- Apenas siete casos han sido reconocidos como feminicidios
- Se siguen tipificando feminicidios como suicidios y no se ha emitido ninguna sentencia contra los culpables
Según información del Observatorio de Violencia Social y de Género (OVSG), desde el año 2000 a la fecha en el estado se han detectado más de 300 feminicidios, sin embargo, según el Gobierno del Estado, apenas son siete los feminicidios aceptados como delito autónomo y en dos asesinatos el feminicidio fue considerado un agravante; el resto son tomados en cuenta como homicidios dolosos.
En el 2013, informó Violeta Sabás Díaz de León, coordinadora del OVSG, cuando el feminicidio pasó a ser agravante del homicidio doloso, fueron sólo dos casos en los que esta figura se utilizó, sin embargo ese año hubo más asesinatos de mujeres que podrían haber tenido el agravante de feminicidio pues la mayoría fueron estranguladas, vivieron violencia sexual previo al asesinato, fueron depositadas en la vía pública, sus cadáveres se dejaron desnudos, fueron apuñaladas por sus parejas, quemadas con ácido y recibieron golpes mortales. Pese a los móviles de los asesinatos, el Poder Judicial del Estado no reconoció más que dos casos en el que se consideró el feminicidio como un agravante en el homicidio doloso.
En 2017, cuando el feminicidio se convirtió en un delito autónomo y los homicidios de mujeres se comenzaron a investigar bajo los lineamientos del nuevo esquema legal, sólo siete casos fueron reconocidos como tal, sumando dos homicidios de mujeres con feminicidio como agravante, son apenas nueve de más de 300 los casos desde 2010, que podrían ser calificados como feminicidios.
En 2018, continuó Sabás Díaz de León, cuando se cometieron 75 homicidios dolosos de mujeres y hombres, únicamente cuatro fueron reconocidos como feminicidios aunque según el OVSG, muchos más correspondían a este delito.
Además de la falta de reconocimiento del Poder Judicial del Estado sobre los delitos, de momento no se ha emitido ninguna sentencia contra los responsables de los que sí fueron catalogados como feminicidios, mientras que muchos casos se siguen investigando como suicidios.
Para ejemplificar la calificación de feminicidios como suicidios, Violeta Sabás recordó el caso de Yovana Torres, caso que fue catalogado como auto privación de la vida fue reabierto a orden de un Tribunal Colegiado gracias a varios amparos emprendidos por sus defensores: “Estuvo amparo, tras amparo, tras amparo, afortunadamente se gana el año pasado, el Tribunal Colegiado le dijo al Ministerio Público: cometiste 23 omisiones irreparables, si no se hace de una forma correcta, la familia nunca va a tener acceso a la justicia y la verdad”.