- Los retos de la tecnociencia con sentido social requieren del compromiso de los científicos y de los humanistas
- La filosofía de la ciencia es de gran importancia, porque democratiza el conocimiento cuando reflexiona en mejores formas de comunicar la ciencia a la sociedad
Hoy más que nunca, la filosofía de la ciencia es de gran importancia, porque democratiza el conocimiento cuando reflexiona en mejores formas de comunicar la ciencia a la sociedad, comentó la doctora Julia Tagüeña Parga, coordinadora del Foro Consultivo Científico y Tecnológico en el marco del Foro en memoria a León Olivé: ciencia, tecnología, innovación y democracia en contextos multiculturales, en el Instituto de Investigaciones Filosóficas (IIF). Recordó que fue precisamente León Olivé uno de los actores principales para que se abriera el campo de conocimientos de comunicación de la ciencia en el posgrado de Filosofía de la Ciencia.
El acceso a la ciencia y los beneficios que de ella deriven será pronto constituido como un derecho de todos los mexicanos y estará inscrito en el Artículo 3o. de la Constitución. “Los beneficios de la ciencia y la innovación tecnológica entran por primera vez como un derecho constitucional, y aunque todavía falta pasar por los congresos estatales. También se incluye que el Estado apoyará la investigación científica, humanística y tecnológica”, dijo Tagüeña Parga.
En la reforma aprobada por el Senado de la República y la Cámara de Diputados, el 19 de mayo, también se cambió una fracción en el Artículo 75 constitucional que indica que se hará una nueva Ley General de Ciencia, Tecnología e Innovación, que tendrá que ser aprobada en el 2020. “Es una ley en la que la comunidad debe participar; en ella se definirá el futuro del país y, aunque la Ley de 2002 es perfectible, debemos salvar lo que sí funciona y modificar lo que no”, invitó Julia Tagüeña.
Democratizar la ciencia
Durante la ceremonia de inauguración la doctora Rosaura Ruiz Gutiérrez, secretaria de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación (SECTEI), expresó que la ciencia y la tecnología tienen que llegar a las comunidades más atrasadas.
Dijo que hay una gran generación de conocimientos que no le llegan a las mayorías. Es fundamental apoyar a la ciencia y al desarrollo tecnológico para que este país avance y tenga menos desequilibrios sociales, agregó.
El filósofo Ambrosio Velasco dijo que para responder a los retos de la tecnociencia con sentido social que promueva una mejor calidad de vida, es necesario el compromiso de los científicos y de los humanistas para trabajar conjuntamente por una ciencia con sensibilidad ética, política y social.
Sin embargo, advirtió que para lograrlo es necesario democratizar el sistema de ciencia y tecnología, donde están incluidas las ciencias sociales y las humanidades, pues sin una transformación radical de la educación y de la comunicación no puede lograrse una tecnociencia equitativa y democrática.
Jorge Linares, director de la Facultad de Filosofía y Letras, hizo hincapié en la necesidad de analizar las consecuencias de determinado rumbo en el desarrollo de la ciencia y tecnología.
Además, señaló que estamos en un momento crucial: por un lado, la búsqueda de definiciones políticas públicas de largo alcance para el impulso de la ciencia y la tecnología en México y, por otro, para encontrar un equilibrio entre las ciencias naturales, las sociales y las humanidades.
Pedro Stepanenko, titular del IIF, dijo que la relevancia del doctor León Olivé, fundador del posgrado de Filosofía de la Ciencia, fue crucial para la transformación del IIF/UNAM y destacó la creación de los estudios de filosofía de la ciencia.
Agregó Stepanenko que este foro en memoria del filósofo Olivé, que inició ayer y concluye el día de hoy, ha tenido como uno de sus objetivos más relevantes el de reflexionar desde distintos puntos de vista debatir cómo la ciencia puede fortalecer la justicia y abonar a la democracia.
Con información del Foro Consultivo Científico y Tecnológico