- Cerca de 350 mil mexicanos han declinado seguir con su tratamiento por vivir experiencias negativas en consultorio
- En México hay una prevalencia de diabetes del 9.5 por ciento en población mayor de 20 años
Un estudio realizado a dos mil 500 mexicanos para evaluar las diferentes experiencias en la atención por parte de sus médicos tratantes, destacó que en 41 por ciento de los casos existió desinterés por parte del galeno en relación con sus afectaciones sicológicas y emocionales.
Cinco por ciento del universo investigado admitió haber abandonado su tratamiento para la diabetes, y en 81 por ciento de los casos debido a vivir una experiencia negativa con el médico tratante.
El estudio Fortalecimiento de la relación médico-paciente en el tratamiento de la diabetes, desde la perspectiva del paciente fue realizado por la farmacéutica mexicana Laboratorios Silanes.
La investigación señala que el 37 por ciento de los participantes dijo haber recibido información insuficiente acerca de la evolución de su padecimiento, mientras que otro 28 por ciento consideró que su médico tratante generó escasa confianza o seguridad en la consulta.
Ángelo Quiroz Herbert, médico cirujano egresado de la Universidad Westhill, indicó que si se considera que de acuerdo a la Encuesta Nacional de Salud de Medio Camino 2016, que informa que en México hay una prevalencia de diabetes del 9.5 por ciento en población mayor de 20 años, “es probable que alrededor de 350 mil personas hayan declinado seguir con su tratamiento por vivir experiencias negativas en consultorio”.
Enrique Caballero Robles, director de la Facultad de Programas de Innovación Internacional en la Oficina de Educación Externa en Harvard Medical School (HMS), destacó que la relación médico-paciente es la piedra angular para prevenir y controlar las enfermedades crónicas que afectan la salud de la población a nivel mundial, como es la diabetes mellitus tipo 2 (DMT2), padecimiento con el que viven más de 420 millones de personas en el mundo.
El endocrinólogo mexicano explicó que hay tres esferas que deben convivir de manera armoniosa para lograr las metas de control de cada persona. La primera es el paciente, quien debe adoptar una actitud proactiva y de compromiso con su enfermedad, para que su revisión médica sea lo más productiva posible al exponer sus dudas, obtener respuestas, asimilar las recomendaciones de su doctor e implementarlas al pie de la letra.
La siguiente esfera es el médico, quien realiza una labor titánica por atender a una gran cantidad de pacientes, abordando temas conocidos en la práctica diaria, pero que frecuentemente deja otros aspectos igualmente importantes de lado, los cuales, suman para alcanzar los objetivos de cada caso clínico.
En esa línea, el especialista recomendó ahondar durante la consulta en factores sociales, psicológicos o culturales, emocionales e incluso financieros, “los cuales pueden generar mayor interacción en la relación para conseguir los resultados”.
Los sistemas de salud, tanto públicos como privados conforman la tercera esfera, en la que el común denominador es la limitante del tiempo.
Caballero Robles explicó que el involucramiento de otros miembros del área clínica, “así como establecer una agenda puntual de los tópicos a tratar que incluya factores más allá de los aspectos médicos habituales y contar con la información necesaria en cada expediente hará que el tiempo y la experiencia en el consultorio sea cada vez más enriquecedora en la relación médico- paciente”.