- El Instituto Mexicano del Seguro Social exhorta a la población a protegerse de las altas temperatura y golpes de calor
- Se deben tomar medidas preventivas como tomar agua desde las primeras horas de la mañana, reducir la ingesta de azúcar y grasa, así como utilizar calzado y ropa ligeros
El Instituto Mexicano del Seguro Social exhorta a la población a protegerse de las altas temperatura y golpes de calor, tomando medidas preventivas como tomar agua desde las primeras horas de la mañana, reducir la ingesta de azúcar y grasa, así como utilizar calzado y ropa ligeros.
“Estas sencillas acciones pueden reducir la sensación de agobio por el calor y sobre todo, prevenir daños a la salud”, aseguró el coordinador de Nutrición en esta delegación, Fernando Rubio Martínez, quien explicó que ante las altas temperaturas es necesario hacer adecuaciones a los hábitos higiénico-alimenticios y evitar exponerse al sol durante las horas de mayor calor: “Antes del mediodía y de que el calor se intensifique, debemos tomar por lo menos un litro de agua para hacer frente al resto de la jornada… posteriormente podemos tomar uno o dos litros más. Si la sudoración es abundante, es aconsejable tomar suero -que puede ser casero-, para recuperar los electrolitos perdidos al sudar”.
Sobre la alimentación, el experto dijo que el exceso de azúcar y grasa produce una mayor sensación de calor en el cuerpo dado su efecto termogénico, además de que no aportan los requerimientos nutricionales para un buen desempeño físico, por su bajo o nulo contenido nutritivo en la mayoría de los casos: “Los refrescos y bebidas industrializadas tienen un altísimo contenido de azúcar y un nulo contenido nutricional. No rehidratan y por el contrario, aumentan la sensación de calor y producen más sed, por lo que es recomendable eliminarlos de la dieta diaria. Tampoco se recomiendan las bebidas alcohólicas o con alto contenido de cafeína, pues incrementan la sudoración y la orina, favoreciendo la deshidratación”.
Al referirse a la ropa y calzado, Rubio Martínez observó que muchas personas continúan usando ropa gruesa, que impide que el cuerpo pierda calor (pantalones apretados, zapato cerrado, calcetines y camisas gruesas); por lo que subrayó la importancia de tomar precauciones al respecto: “De ser posible es recomendable proteger la cabeza del sol directo utilizando gorras, sombreros o sombrillas. Procurar calzado abierto y ropa de color claro, holgada y que permita la transpiración y la circulación del aire. La transpiración es considerada el principal mecanismo de control de la temperatura corporal”.
Reiteró que el objetivo es mantener el cuerpo fresco para evitar el riesgo de la deshidratación e incluso de un golpe de calor y advirtió sobre los síntomas: cansancio, dolor de cabeza, sequedad de la piel y mucosas, mareo, aumento de ritmo cardíaco con latido débil y afección al sistema nervioso central que se manifiesta como desorientación y confusión. También puede presentarse una crisis convulsiva y en algunos casos, la persona puede caer en estado de coma si no se le atiende oportunamente.
En caso de identificarse alguno de estos síntomas se debe poner al paciente a la sombra, retirar cinturón, agujetas y la ropa ajustada, dar un baño con agua fresca, o si está postrado aplicar compresas de agua fría en la frente, tórax y región abdominal. Si la persona está consciente, ofrecerle líquidos claros; si está inconsciente se le debe trasladar a un hospital.
A través de todas las Unidades de Medicina Familiar (UMF), el IMSS distribuye sobres de suero oral a la población en general y recomienda tenerlo en casa para utilizarlo de manera regular o en caso de emergencia.
Con información del IMSS