Estimado lector, el día de hoy hablaremos del regreso económico y político que tiene el país en la famosa 4T. Las desafortunadas conferencias tanto de prensa mañaneras como las que hace el presidente en sus giras, no dejan duda alguna del regreso a los años setenta del siglo pasado, en la famosa década perdida de la economía mexicana, que venía del famoso milagro mexicano y terminó con una de las peores crisis económicas del país, que no derivaba de un conflicto armado.
Las señales que se han mandado al respecto son muchas, pero lo que más preocupa de esta situación es lo que los seguidores de la 4T en redes han hecho, donde ya no se puede opinar absolutamente nada en contra del gobierno actual, ya que será crucificado de manera terrible el que se atreva a opinar así.
El hecho de querer hacer una refinería no es quizá, tan malo, lo malo es querer hacerla con condiciones y costos irrisibles que no son posibles. La licitación que se hizo para la refinería de Dos Bocas, se tuvo que declarar desierta porque los posibles licitantes al ver las condiciones tanto de tiempo como de presupuesto, se percataron que era imposible realizarla. El gobierno, en lugar de reconsiderar la posibilidad de hacerla de otra manera o cambiar los supuestos, ordenó a la Secretaría de Energía y a Pemex que se haga cargo de la construcción de este. No hay palabras que decir, todo lo que vaya en contra de esa decisión está mal, se debe conducir de la forma en que piensa el presidente. Este “chistecito” saldrá muy caro, y aunque el gobierno tiene el dinero para gastarlo en eso, quizá se podría utilizar mejor en el sector salud, donde se han tomado varias decisiones erróneas que han llevado a un desabasto de medicamentos importante en varias delegaciones de salud del país.
El gobierno tuvo un incremento en los impuestos recaudados en estas declaraciones anuales, que si bien lo quiere ver como un triunfo el gobierno de Andrés, la realidad es que esto es la consecuencia de la actividad económica del año pasado. Este año se ve muy triste, ya que no hay certidumbre económica en el país, no se ve claro hacia dónde va el rumbo económico ni si habrá inversiones del mismo gobierno tendientes a mejorar la competitividad del país. Lo peor es que en repetidas ocasiones el presidente Andrés Manuel ha manifestado estar en contra de los empresarios que invierten para obtener ganancias. ¿En qué mundo vive? Los empresarios no son gobierno, no son fundaciones ni tampoco Organizaciones No Gubernamentales. Por el contrario, lo que anima a un empresario a poner en riesgo su tiempo, su capital y su conocimiento, es la posibilidad futura de obtener ganancias, de obtener un rédito. El pensamiento de la avaricia empresarial y dividir a México en un país de “nosotros los pobres, ustedes los ricos” no es el adecuado. La cancelación del Instituto Nacional del Emprendedor y no tener una alternativa para este proyecto que tuvo más de 18 años en el país, es una clara referencia a un gobierno que prefiere ser asistencialista que promotor de la inversión.
Los programas sociales a los niños y adultos mayores son adecuados, porque no tienen quién pueda sacarlos adelante, pero los programas que buscan sólo dar dinero a aquellos que no lo tienen porque no quieren hacer nada, como los ninis, no dan crecimiento económico, pero si dan votos.
Las políticas económicas están basadas más que nada en tener una base clientelar de votos, como el mismo Monreal lo dijo en Aguascalientes, si no votan por Morena, no tendrán dinero como estado.
Varios estados de la República están buscando alternativas para que el crecimiento económico del país o de su región no se detenga. Pero la fuerza del clientelismo, del presidente todopoderoso, que tanto criticó Andrés Manuel cuando fue oposición, pero ahora lo está practicando en todo su esplendor, no es lo mejor para el país.
El regreso a los años setenta no será lo adecuado para la actualidad económica actual. No se preocupa el gobierno por lo que pasa a su alrededor, la incertidumbre de la firma del T-MEC que no acaba de ser aprobado en ninguno de los tres países, la guerra comercial entre Estados Unidos y China, que está afectando de manera importante a todo el mundo, todo eso queda de lado, porque estamos más preocupados por ver las ocurrencias que tendrá el gobierno actual.