Pensamos que hay cosas que quedaron en el pasado o bien que sólo vemos en las películas, pero lo cierto es que las cuestiones raciales siguen afectando la visión humana del mundo y segrega por necedad.
Quienes son racistas argumentan que lo hacen porque lo correcto es lo que piensan y por ende no les importa dañar a las personas con tal de conseguir su fin que es dañar a su objeto de odio.
Lógico sería pensar que después de la Segunda Guerra Mundial y tras la muerte de 50 millones de personas la sociedad pensaría dos veces antes de cometer un acto racista, pero no es así.
En los últimos años en Estados Unidos de Norte América se han manifestado miles de personas en contra de los judíos, así como de las personas de color, recordemos entonces que existe el Ku Klux Klan (KKKlan) una organización de personas que ejercen la extrema derecha y, a quienes se les adjudica actos y atentados racistas desde el siglo XIX.
Los miembros del KKKlan piensan que son la supremacía blanca y en sus inicios el objetivo era suprimir todos los derechos de ellos y luchar contra la política que tenía La Unión, actualmente su fin no cambia mucho debido a que intimidan y realizan atentados contra los que no son verdaderos patriotas.
Los actos racistas y el aumento de los grupos del KKKlan se han incrementado desde que el presidente Trump dirige la nación anglosajona.
Inspirado por su propia historia y por los actos racistas de los últimos años el cineasta Spike Lee escribe y dirige la comedia dramática BlacKkKlansman (El infiltrado en el KKKlan) donde narra una investigación de un policía negro en el estado de Colorado.
Ron Stallworth es un joven que recién se graduó de la academia de policía, al llegar a su lugar de trabajo no lo ponen a patrullar sino que es asignado a archivo.
El joven Stalworth llega en 1979 a una ciudad donde aún hay mucho racismo y son pocos los empleos formales que se ofertan para hombres de color. Ya en el archivo sufre racismo por parte de algunos de sus compañeros. Un golpe de suerte hace que sea cambiado a investigaciones especiales pues necesitaban a un agente de su fisonomía para que se infiltrara en asuntos de narcóticos.
En su nueva área de trabajo el detective Ron Stallworth decide tomar la iniciativa para abrir un nuevo caso y así es como por medio de una llamada de teléfono se inscribe en el KKKlan.
Para poder continuar la investigación uno de sus compañeros blancos se hace pasar por él y logran entrar en la “organización” uno iba a las reuniones mientras el otro por teléfono hacía contacto y ganaba la confianza del presidente del KKKlan.
Durante la investigación se producen una serie de sucesos entre cómicos y dramáticos que narran el cómo las personas de color han sufrido racismo debido a su color de piel. Cuentan las torturas que sus antepasados vivieron y el cómo la policía los encarcelaba sin juzgarlos, sólo por no ser blancos.
Lo interesante de la trama es que no presentan a las personas de color como víctimas sino como seres que han luchado durante siglos por sus derechos, lo que hace que sean respetables y loable su acción.
Lamentablemente, aún en estos años de modernidad la intolerancia hace que personas como Spike Lee escriban y narren visualmente estos actos tan atroces que suceden todos los días.
Las manifestaciones en contra de los judíos y las personas de color han aumentado y lo más impresionante es el cómo pueden tener tantos seguidores que no buscan la unidad sino terminar con quienes profesan una religión distinta o no tienen el mismo color de piel.
El racismo inspira películas que ganan premios, pero lo más importante no es eso, sino que como sociedad seamos conscientes de que en esencia todos somos iguales y tenemos los mismos derechos que los demás, sólo por existir sin importan lo que profesemos o el color que tengamos.
Para que una persona sea racista se necesita crecer en un ambiente hostil donde no hay tolerancia sino imposición y eso deriva entonces en actos donde lo reprimido tiene que buscar un cauce de escape aunque dañe a otros.
Pensamos en ocasiones que el racismo está lejos de nuestro entorno, sin embargo, aquí se ejerce racismo por la clase social o las preferencias en modos de vida.
Lo que aprendemos en El infiltrado en el KKKlan es que pongamos atención a las organizaciones y manifestaciones intolerantes, que estemos al pendiente de cómo se desarrollan, qué es lo que buscan en realidad y cómo evitar la violencia.
¿Qué tipo de racismo ha visto usted en su entorno?, ¿evita que se prolifere la intolerancia?
Si no vio la película galardonada El infiltrado en el KKKlan le recomiendo que la vea pronto, es una joya, divertida, bien ambientada, documentada y con la ficción suficiente para hacernos creer que la vida va más allá de la pantalla.
Laus Deo
@paulanajber