Qué tan bueno es leer novela de ciencia ficción en estos días, estimado lector, la pregunta la hago porque de pronto, al voltear y observar la realidad con más atención pareciera que existe un guion escrito por alguien para que las cosas pasen como debe ser. Definitivamente no es George Orwell el guionista principal de la historia moderna de México desde el paraíso de los escritores, pero la semejanza de los acontecimientos de los últimos meses con su novela 1984 y La rebelión en la granja hacen que la imaginación fluya, vuele, especule y alucine cosas que no son.
El 25 de abril, pero de 2018 el otrora subcomandante Marcos, ahora llamado subcomandante Galeano, irrumpía en los medios para hablar sobre las personas de más de cincuenta años y su futuro en nuestra sociedad. Marcos, no como el San Marcos que está pensando en este momento, era un acrónimo de los municipios de Las Margaritas y Ocosingo en Chiapas, cuna del Frente Zapatista de Liberación Nacional y por consiguiente del brazo armado denominado ejército que de este emanaba. Orwell en su novela de ciencia ficción titulada 1984 muestra una sociedad completamente manipulada por el sistema, por el gran hermano, donde no hay escapatoria, los ministerios controlan todo, el del amor por ejemplo, se encargaba del orden y el control castrense, y me hace pensar en la república amorosa de don Andrés, “abrazos no balazos” lo recuerda, pareciera que la frase la escuchamos mucho tiempo atrás, pero no tiene ni un año de haber salido a la luz pública; quién está escribiendo el guion, la Guardia Nacional, la que nos va a proteger a todos, la que va a restablecer el orden y la armonía, la que evitará estar en guerra con el crimen organizado, o contra quien decida el gobierno, recuerda como el PRI nos vendió al enemigo público número uno, encapuchados rebeldes abanderando una causa indígena que nunca se resolvió y que en su momento fueron un espectáculo mediático excelentemente bien montado, le digo que alguien escribe los guiones para esta nación.
Pero ahora, durante el primer trimestre del año -así de rápido pasa el tiempo- los homicidios se incrementaron en un 9% con relación a 2018, con este gobierno al frente perdieron la vida 8,943 personas de enero a marzo, impresionante no cree, sin embargo, el Gran Hermano todos los días mediáticamente nos convence de lo contrario, sí es necesario reescribir las leyes y la misma historia se hará.
1984, diez años después en esta realidad o universo como ahora le llaman las nuevas generaciones alimentados por la nueva ciencia ficción donde existen universos paralelos y los personajes pueden brincar entre estas dimensiones, en 1994 -en nuestra dimensión- brota un personaje que a la distancia pareciera de dudosa procedencia pues a partir del año 2000 y con los gobiernos emanados del PAN desaparece casi por completo de la escena pública, Marcos quiso representar a la sociedad indígena de México, a los más olvidados, a los marginados, a los vulnerables por falta de oportunidades, en contra del neoliberalismos de Salinas, el contrapeso para no llegar a ciudad Esmeralda si estuviéramos en el universo de Oz -para estar actualizado con eso de los brincos cuánticos- porque al parecer y como en la dimensión de Dorothy nunca existió ciudad Esmeralda y el mago Charles nos salió pariente del dueño de castillo de Oz.
Definitivamente el guion no acabó ahí, usted lo conoce, pero ahora con un Marcos que murió y un Galeno que nació, el sub no simpatiza con don Andrés pero tampoco le hace la vida de cuadritos ni le roba reflectores; sabe usted por qué, pues porque no está en el elenco, el escritor de esta novela tiene mejores antagónicos que presumir, imagínese la escena: Año 2019, en un país de América Latina donde la tecnología se usa casi en su totalidad para manipular a las masas, el gran hermano hace creer a los pobladores que sobrevivieron a los fenómenos naturales que existe un nuevo gobierno, ahora son los del Movimiento de Regeneración Nacional, la propuesta política que la sociedad esperaba desde que los del Revolucionario Institucional agotaron las tretas para seguir en el poder, pero a final de cuentas las riendas son manipuladas desde la misma habitación. Los primeros días de ese 2019 el país se paralizó por un desabasto de combustible fósil, los responsables, un grupo de personas que se dedicaba a robo y reventa del hidrocarburo, la escena desoladora y apocalíptica con las estaciones se servicio repletas de automóviles sin combustible, el inicio de la guerra por la gasolina, pero de pronto y como por arte de magia el conflicto terminó, no fue necesario presentar ningún rostro de los responsables de tan atroz suceso, el país se levantó y continuó su marcha como siempre, como antes.
Debo confesar que me hubiera gustado que el guionista nos mostrará el rostro de los responsables, porque las historias de fantasmas son poco creíbles.
En esta ocasión ya no existe Marcos más que el santo que se venera precisamente hoy y que los alcoholes más que la devoción justifican su existir, no estamos en 1984 ni en 1994, tenemos una rebelión en la granja misma que también anticipó don Andrés, y aunque el primer actor Damián Alcázar diga que nuestro jefe supremo no es Harry Potter para solucionar todo de manera inmediata con su varita mágica, creo yo que no le caería mal pisar el acelerador y dejar la estrategia 1984 para otra ocasión, el gran hermano en el momento menos esperado va a dejar de funcionar y no tenemos otro protagónico de dónde echar mano; hoy es 25 de abril y en Aguascalientes se celebra a San Marcos, señor guionista le invitamos unos tragos para que corrija la historia, llámele al sub al fin que este gobierno no es neoliberal… ni de izquierda, ni progresista, ni nada que se le parezca.
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