Dentro de los conciertos del ciclo de Polifonía Universitaria que se realizan todos los jueves en diferentes sedes de nuestra máxima casa de estudios se presentó la Orquesta Filarmónica de la UAA en el Auditorio Pedro de Alba de Ciudad Universitaria a las 19:00 horas en pasado jueves 4 de abril, la Filarmónica es una entidad musical que en poco tiempo se ha ido consolidando como una asociación musical solvente y de verdad muy bien dirigida por el maestro Julio Vázquez Valls.
El programa diseñado para este concierto inició con el Quinteto de vientos llamado Danza del medio día del compositor mexicano Arturo Márquez, genial haber programado esta obra cuando son los danzones lo que más se suele programar por las diferentes orquestas, sobre todo el No.2. A Arturo Márquez le pasa más o menos lo mismo que a José Pablo Moncayo cuya referencia obligada es el célebre Huapango, una gran obra, sin duda, pero lamentablemente opaca el resto de su producción. El director de la OFUAA atinadamente decidió echar mano de otro repertorio distinto al de los danzones de Márquez, el Quinteto de vientos cuyo lenguaje musical no tiene nada que ver con lo más conocido de su obra creativa. La interpretación estuvo a cargo del Quinteto Saturnino Herrán integrado por Erik Josafat Rivas en el clarinete, Octavio de León en el corno francés, Rocío Varela en la flauta, Griselda Herrera Ambriz en el fagot y Uriel Isaías Vélez González en el oboe.
Después de la obra del maestro Márquez disfrutamos del Concierto en un estilo antiguo para dos arpas y orquesta de cuerdas del compositor polaco Maciej Malecki, los solistas fueron Blanca Alicia Zuñiga Aceves y Erick Emmanuel Osorio Barberá.
El concierto fluyó sin intermedio para escuchar después una verdadera joyita de la viola concertante, la Romanza para viola Op.85 de Max Bruch con la participación solista del maestro Sergio Absalón Carrillo, integrante de la sección de violas de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes y maestro del instrumento en la Licenciatura en Música de la Universidad Autónoma de Aguascalientes y violista del Cuarteto de cuerdas José White, uno de los ensambles de música de cámara más importantes en el escenario nacional. La obra de Bruch es de breve duración pero de inmenso contenido, y de una belleza incuestionable, claro depende mucho de la ejecución, pero en este caso el maestro Carrillo salió airoso del compromiso.
Siempre que toca la Filarmónica de la Universidad me gusta asistir, pero en este caso tenía especial interés por la obra programada para cerrar el concierto, te platico rápidamente.
Hace unos meses, 9 0 10 meses, mi buen amigo Fernando López coproductor con mi también buen amigo Pablo del Valle del programa Dimensión Ótica de radio Universidad, nos invitó a comer a su casa a mi esposa y a un servidor, era domingo y después de comer nos sentamos a platicar del tema obligado, por supuesto, la música y nos hizo escuchar una grabación que durante los poco más de 20 minutos no logré identificar, al terminar me dijo que era una composición de su hijo Fabián López y la idea era ver de qué manera se le podía apoyar, lo primero que se me ocurrió fue hablar con el maestro Julio Vázquez Valls y platicarle del talento del joven Fabián que en este momento no debe tener más de 18 años, los presenté y ellos se pusieron de acuerdo, hace como una semana Fernando me comentó que la Filarmónica de la UAA interpretaría una obra de Fabián y de ninguna manera me podría perder este concierto. En efecto, al OFUAA terminó su concierto con lo que yo considero un poema sinfónico de Fabián López titulado Paisajes Mentales en tres movimientos: I) Moderato. II) Andante y III) Marziale, es la primera ocasión que una obra de Fabián, porque tiene otras, se interpreta en concierto.
La orquestación sorprendente, no sé si Fabián tuvo la asesoría del maestro Julio Vázquez o de alguno de los maestros del Departamento de Música de la Universidad, lo cierto es que hizo un trabajo extraordinario en el manejo de la orquesta, un equilibrio exacto entre las diferentes secciones, además de la inclusión de un coro mixto del mismo departamento de música, una obra de contrastes, intensa, con una idea clara de lo que es la composición.
Esto me hace reflexionar mucho en que el talento creativo no es algo que se haya quedado en el siglo XIX o a principios del siglo XX, los grandes compositores siguen existiendo y los niños precoces en el arte viven en este siglo XXI, evidentemente Mozart no fue el último, los sigue habiendo a pesar de todos los distractores que representan las redes sociales, el arte en general y la música de manera particular nos sigue dignificando como seres humanos y saca lo mejor de nosotros.
Cuando la obra Paisajes mentales, que sigo viendo como poema sinfónico aunque no sé si esté en lo correcto, concluyó un buen sector del público brincó de su asiento para aplaudir de pie la obra de Fabián López y por supuesto, la ejecución que hizo la Orquesta Filarmónica de la Universidad, muy buena interpretación aunque debo señalar que por algunos momentos, sobre todo en el Concierto en un estilo antiguo para dos arpas de Maciej Malecki los primeros violines me parecieron desafinados, me di cuenta porque estaba sentado muy próximo a ellos.
Felicidades a Fabián López por su extraordinaria composición y mi reconocimiento al maestro Julio Vázquez Valls por apoyar el talento joven de Aguascalientes, hay que estar orgullosos de esto.