Las reparaciones en la Catedral más visitada del mundo no salieron muy bien y hemos visto cómo la consumen las llamas, nadie puede creerlo y seguimos las transmisiones en vivo de Le Figaro donde escuchamos y el corazón entristece.
Durante la transmisión escuché a unos de los locutores decir que el único verdadero enemigo que había tenido en su vida la Catedral habían sido las guerras mundiales, aunque en 1871 sufrió daños por un incendio durante la comuna de París.
Es sabido por todos que uno de los objetivos de la Segunda Guerra Mundial era saquear los monumentos y museos, debido a ello las imágenes, cuadros y todo lo que pudieron desmontar de la Cathédrale de Notre Dame fue enterrado a fin de poder preservarlos y evitar que cambiaran de propietarios.
Muchas personas están tristes, pues argumentan que no pudieron visitarla antes del siniestro, sin embargo, los franceses son expertos en restauración por lo que, cuando la reinauguren y consagren nadie notará la diferencia y será, en esencia, como la original.
Muy sensiblemente el cantante Garou expresó “la cuna parisina se consume, ese pilar de la fe, la arquitectura y la inspiración de tiempos, personas, artistas y siglos”; tiene absoluta razón, ya que la Esmeralda y el Cuasimodo de Víctor Hugo no hubieran trascendido en ese drama romántico que a siglos nos enternece y enamora.
Pocos momentos después de escuchar la transmisión en vivo, escuché dónde moverá temporalmente la sede del obispado, a Saint Sulpice, a unas cuadras de Notre Dame, recordé la pequeña capilla de la Virgen de Guadalupe, entonces mi piel se erizó y suspiré, no pude evitarlo.
Tomé la Guide Voir de la editorial Hachette y observé una ilustración donde se muestra su interior, y pese a las condiciones del incendio, confié en que será sólo un mal recuerdo en el futuro por lo que, cuando la visitemos, de nuevo parecerá intacta.
Frente a la Catedral de Notre Dame se encuentra la Rosa de los Vientos esta marca en el piso de donde se derivan los puntos cardinales, así como las calles de Francia, la construcción de la nación inicia ahí y es mágico el poder observarlo e imaginar todas las historias que han construido las vidas que ahí surgieron.
La Catedral de Nuestra Señora de París se encuentra en una isla del río Sena que se llama Île de la Cité (Isla de la ciudad) y fue lo primero que existió en esta hermosa capital, podemos verla desde alguno de los puentes o bien desde un barco turístico (le bateau mouche) que la rodea y muestra su esplendor gótico desde el agua.
A pie, podemos maravillarnos de la palidez de su cantera y su característico techo azul, lo que denota que es una capital del norte. Ya dentro se puede optar por recorrerla con un guía o bien adentrarse en ella sólo con un libro de historia del arte en la mano.
Los vitrales son perfectos, narran diferentes periodos de la religión católica, ahora la vemos pálida pero cuando fue edificada estuvo pintada por dentro con colores fuertes, algunos de esos vestigios de pintura podían observarse antes de esta tragedia internacional y eso de ninguna manera podrá recuperarse.
Cuando vemos el esplendor de la Catedral no podemos imaginar que esas líneas severas y pálidas de sus columnas alguna vez estuvieron bellamente ataviadas con colores brillantes y detalles dorados en los remates.
La preocupación de los expertos de arte invitados a las trasmisiones en vivo era por los rosetones, esa serie de vitrales que forman enormes flores minuciosamente detalladas y colocadas al frente y los laterales.
Hoy en día es imposible saber si su misticismo se debe a la magia de París o las letras de Victor Hugo, algunas canciones francesas indican “que el tiempo de catedrales” marcaron el inicio de la modernidad de los franceses como sociedad.
Lo increíble de estudiar la lengua francesa es que podemos aprender la cultura y la civilización francesa por lo que la belleza de la catedral gótica es parte esencial del aprendizaje.
Cae la noche en París y sólo el Vaticano se pronunció al respecto con una dramática fotografía del incendio de noche, mientras que seguramente la empresa que realizaba las reparaciones no tendrá recursos suficientes para pagar el daño con el seguro del contrato.
En esta ocasión no fue profanada, sin embargo, tendremos que verla surgir de entre sus cenizas y los turistas esperarán para poder disfrutar su belleza por dentro, tendrá que enviar el episcopado una nueva imagen de la Virgen de Guadalupe y ya podemos algunos hacer un cochinito para ir a la reinauguración de la capilla guadalupana.
Seguramente la tecnología nos permitirá ver la reconstrucción poco a poco con time lapse y renders del diseño, aunque lo conozcamos bien.
Turísticamente París tiene más atracciones qué mostrar y disfrutar, es una ciudad hecha de grandes sucesos históricos, movimientos sociales, filosóficos y sobre todo, en ella se han albergado pensadores que han influenciado al mundo.
Todo puede suceder, c’est la vie (así es la vida), diríamos en francés, y cierta estoy de que en su esplendor veremos brillar de nuevo a la catedral, los restauradores harán un trabajo increíble, impecable para que en nosotros no quede duda de que la nueva y la antigua es la misma.
Mientras aquí en México la Catedral Metropolitana se hunde debido a la naturaleza, hoy Notre Dame de Paris tiene una oportunidad de resurgir como el Ave Fénix.
Laus Deo | @paulanajber