Suspendida sobre el primer patio de la Casa de la Cultura Víctor Sandoval, una enorme serpiente que va entrelazándose por el espacio y “custodiando” un elemento geométrico que pareciera ser una fuente de simbolismo. La piel de la serpiente es en realidad un tejido como el que hacen los huicholes. Se presenta como una evocación del arte prehispánico y el simbolismo de la serpiente, que se apodera del espacio, como un recordatorio de nuestra herencia. Esta monumental obra busca abrazar los simbolismos de la serpiente y los tejidos para nuestras culturas prehispánicas y quizá traer una reflexión sobre su importancia, y potenciar ese tipo de herencia artística y plástica.