- Este género musical y su práctica estimulan la coordinación motora y motiva la socialización de los pacientes
- Ana Luisa Piña Hernández encabeza a un grupo de investigación en el área de neurocirugía en el departamento de la Universidad Médica Charité de Berlín
La mexicana Ana Luisa Piña Hernández encabeza a un grupo de investigación en el área de neurocirugía en el departamento de la Universidad Médica Charité de Berlín, enfocado a la plasticidad neuronal y los factores que influyen en ella para el desarrollo, tratamiento y prevención de enfermedades neurodegenerativas, como el mal de Parkinson.
Una de las líneas de estudio es la estimulación al cerebro en personas con este padecimiento, cuando ya existe una lesión que afecta principalmente la coordinación motora, a través de una terapia basada en ejercicio físico y música.
El tipo de música que ayuda a las personas con mal de Parkinson es el tango, a través de este ritmo los pacientes practican la coordinación de sus movimientos y estimulan la coordinación motora, además los motiva para socializar porque regularmente se deprimen y se alejan de las personas, explica la especialista en neurociencias: “Trabajamos con el primer grupo en este proyecto, que está en su fase inicial, con muy buenas expectativas como opción para las personas que padecen esta enfermedad.
“El cerebro siempre hay que tenerlo activo, tanto con el ejercicio como con el aprendizaje intelectual, y junto a la alimentación ayudan a retrasar el comienzo de enfermedades neurodegenerativas. De hecho realizar actividades físicas como bailar cuando estás sano ayudará a estar mejor preparado por si llegas a tener una lesión cerebral”.
Ana Luisa Piña es egresada de los institutos de Investigaciones Biomédicas y de Fisiología la UNAM, y llegó a Alemania en septiembre de 1999, siendo siempre su línea de estudio e investigación la biomedicina y las neurociencias. Es miembro de la Sociedad Alemana de Neurociencias y de la Federación Europea de Sociedades de Neurociencias.
Otra de sus investigaciones recientes refiere a la manera en que la alimentación modifica la flora intestinal, y que en función de la cantidad y calidad (benignos o nocivos) de microbios en ella hay repercusión en el sistema nervioso y en las enfermedades neurodegenerativas.
Piña Hernández pertenece a la Red Global de Mexicanos Calificados en el extranjero, para la cual es co-coordinadora del Clúster de Biomedicina Europa. En el Capítulo Alemania es secretaria general en la coordinación de Ciencia, Tecnología, Investigación y Academia, cuya principal función es crear vínculos que ayuden a los estudiantes mexicanos interesados en ir a ese país a seguir su carrera. Es también coeditora del libro Profesionistas mexicanos en Alemania.
“Por medio del Capítulo Alemania también creamos vínculos entre empresas mexicanas y alemanas o universidades, haciendo convenios”, acota la científica mexicana.
Con información de la Agencia ID