Primer compromiso cumplido, la economía en los tiempos de la 4T - LJA Aguascalientes
22/11/2024

José Gil Gordillo Mendoza*

 

El reciente cambio del gobierno federal ha propiciado un especial foco en el futuro de la economía de nuestro país y en cómo repercutirá en las empresas y la sociedad.

Para la sociedad es difícil traducir los beneficios de mantener un entorno positivo en los indicadores macroeconómicos, ya que probablemente sienten que su condición no se ha visto beneficiada cuando el país ha presentado tasas más altas de crecimiento o estabilidad. La población se identifica con propuestas específicas y que van directo a su bolsillo como el mantener controlado el precio de la gasolina.

Los primeros días de enero de este año, el presidente afirmó que el precio de los combustibles subiría en el peor de los casos acorde a la inflación, habrá sido muy útil haber sido asesorado respecto el comportamiento de 2018 en donde el precio de la gasolina se incrementó en más de 10% y la inflación fue de 4.8%, por lo que prometer este comportamiento pudiera ser innecesario.

Lo que no teníamos previsto es que esta promesa se cumpliría en el primer mes en donde el precio subió pero acorde a la inflación anual en diversos estados del país, dicho de otra forma, para mantener esta promesa se requeriría que el precio de combustibles no se incrementara a lo largo del año.

¿Cómo pinta el panorama económico en los principales indicadores económicos en el inicio de lo que han llamado la cuarta transformación?

Dada la polarización existente es indispensable generar opiniones sustentadas en cifras confiables fuera del triunfalismo o el pesimismo, datos duros que muestren los efectos de las políticas públicas que se quieren instrumentar. El papel de los organismos y asociaciones que generan información es fundamental para poder visualizar la evolución y los resultados en diversos rubros y que el mismo gobierno pueda saber si va por buen camino o necesita corregir el rumbo.

A partir del mes de diciembre diversos organismos como el Fondo Monetario Internacional, el Banco de México, Citibanamex y recientemente el Instituto Mexicano de Ejecutivos en Finanzas han reducido las expectativas de crecimiento de la economía para 2019 de 2.5% a 1.5 por ciento.


El crecimiento como tal no siempre se refleja en desarrollo social, para ello es indispensable que la población tenga cubiertas sus necesidades básicas y que cuente con mayores ingresos. La falta de crecimiento y la inflación si puede deteriorar la condición económica de las personas, tanto por la falta de empleo mejor remunerado como por el incremento de precios.

La tasa de inflación anual se ubicó en 4.3% en enero de 2019, pudiera considerarse estable, sin embargo, según el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) en un periodo de un año las frutas y verduras subieron 13.23%, el gas doméstico 16.02%, la gasolina de bajo octanaje 13.4%, en lo que corresponde a las tarifas autorizadas por el gobierno las cuotas de autopistas se incrementaron en 8.4%.

Para las empresas la mayor repercusión está en el incremento de los combustibles, en el caso del comercio en el incremento de las autopistas y en la industria en la alza de insumos, sumado a los efectos en las ventas por el desabasto de combustible.

La incertidumbre en el sector energético por el manejo de Pemex, la cancelación de las rondas de hidrocarburos y las de generación energía eléctrica, aunado al tema del aeropuerto, los bloqueos de las vías de ferrocarril pueden propiciar un entorno de desconfianza para la inversión impactando la generación de empleos. El reto es significativo para las entidades que tendrán que redoblar esfuerzos para sostener condiciones competitivas para la inversión extranjera y a la par fortalecer el mercado interno.

El gobierno tiene la tarea de administrar de forma eficiente los recursos y dirigirlos a los sectores más prioritarios, los recursos de México se proyectan en función del crecimiento del Producto Interno Bruto provenientes de ingresos tributarios en un 64.6% ISR, IVA y otros impuestos, por lo que si el crecimiento continúa a la baja tendrá un impacto significativo en las finanzas públicas.

La segunda fuente de ingresos más importante para el presupuesto es la renta petrolera que representa alrededor del 20% y se calculó en el presupuesto de 2019 en alrededor de un billón de pesos, esta estimación se realizó con una producción de 1.847 millones de barriles diarios, a un precio de 64 dólares por barril y un tipo de cambio de $20.70 según los criterios generales de política económica del paquete económico 2019 publicados por el Centro de Estudios de Finanzas públicas.

Producción Barriles Diarios Dólares por Barril Tipo de Cambio
Estimado 1,847,000 64 20.7
Real 1,728,000 50.48 19.8
Elaboración propia con datos del Sistema de Información Energética de la Secretaría de Energía a diciembre 2018; Banco de México, 22 de febrero de 2019.

 

Como lo muestra el cuadro anterior, las expectativas plasmadas en el presupuesto de ingresos no corresponden a los datos que se están presentando, la producción, el precio por dólar y el tipo de cambio son menores a lo presupuestado. Asumiendo la compra de la totalidad de la producción petróleo, la pérdida de ingresos sería de casi 10 mil millones de pesos en lo que resta del año.

Si las empresas no cuentan con las condiciones para poder aportar al crecimiento económico y en el sector energético existe tal incertidumbre, los ingresos estimados del gobierno se podrán ver comprometidos con todas las implicaciones que esto representa.

 

*Secretario de Comisiones del Colegio de Economistas

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