- El país no ha logrado consolidar un sistema de innovación robusto
- En Conversatorio, abordan el papel del sector industrial en desarrollo basado en CTI
México ocupa el sitio 19 con relación al índice Graduados en ciencia y tecnología; sin embargo, contrasta con la posición 56 (de 126 países analizados) en el Índice de Innovación Global (IIG) de 2018.
Pese a que México es la decimoquinta economía mundial en términos del tamaño del Producto Interno Bruto, el país no ha logrado consolidar un sistema de innovación robusto, donde los distintos representantes de los sectores empresarial, social y científico estén absolutamente coordinados y articulados para acrecentar la capacidad de innovación y contribuir con el ello al desarrollo económico y el bienestar social.
En el Conversatorio para el análisis del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, realizado en la Cámara de Diputados, la mesa dos abordó el tema El sector industrial como promotor del desarrollo basado en CTI, donde destacó la importancia de construir un sistema de innovación sólido para alcanzar acuerdos bajo una visión de largo plazo.
Según el IIG, una de las debilidades más fuerte del país se encuentra en los niveles de inversión, al ocupar el sitio 102. Promover inversión de alto riesgo requiere de una visión conjunta entre el gobierno, las empresas y la academia. Las empresas deben lograr más innovación, aunque “para incentivar su participación y compensar los riesgos, se requiere un sistema de patentes balanceado y robusto, incentivos a la inversión, no sólo directos, sino también a través de instrumentos como compras públicas de innovación e incentivos fiscales”, señaló el ingeniero Guy Jean Savoir, presidente de la Fundación Innovación y Ciencia para el Desarrollo Empresarial (Incide).
El gobierno juega un papel importante para promover el desarrollo de la ciencia, la tecnología y la innovación, a través del establecimiento de marcos normativos y de reglas claras. Se requiere desarrollar una política industrial con eje fundamental en la innovación, señalaron el Víctor Gutiérrez Martínez, vicepresidente de innovación del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), y Carlos Noriega Arias, presidente de la Comisión de Educación de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin).
Es necesario también definir sectores estratégicos, aprovechando las fortalezas y vocaciones regionales. También, es fundamental aprovechar las capacidades industriales ya desarrolladas y avanzar hacia niveles basados en la ciencia y la tecnología que permitan generar mayor valor agregado.
La innovación debe verse enmarcada en un sistema en el que hay un conjunto de instituciones que se integran y coordinan para avanzar hacia un fin. La innovación no es espontánea, por lo tanto se requiere de contar con un sistema nacional de innovación que cree espacios de colaboración y redes de inversión en CTI.
“Todos queremos un sistema robusto, un esquema colaborativo en donde los actores gubernamentales escuchen y se facilite la generación d empresas de base tecnológica que nos permita ser competitivos”, dijo Alberto Saracho Martínez, director de Fundación Idea, y quien fungió además como coordinador de la mesa.
Se concluyó que se requiere actualizar y modernizar la legislación en materia de innovación para facilitar la interacción entre los diferentes agentes del sistema y fortalecer su colaboración. Es necesario fortalecer los sistemas de vinculación academia-industria y hacer proyectos acordes a las necesidades de las regiones -propusieron los asistentes-. También, fortalecer la cultura de la innovación, pues no basta con saber sino que necesitamos canalizar hacia lo productivo.
La primera jornada del Conversatorio para el análisis del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación se llevó a cabo el 6 de marzo en el Palacio Legislativo de San Lázaro. La segunda jornada está programada para el siguiente miércoles, 13 de marzo.
Con información del Foro Consultivo Científico y Tecnológico