- Cronista del municipio de Aguascalientes
Justicia por Angélica. Los jóvenes toman la calle, se la apropian para protestar y exigir justicia para la adolescente embarazada Laura Angélica Sandoval, asesinada por su pareja hace unos días. No al feminicidio, ni una muerta más, etcétera. Y además, ¿qué justicia le pueden ofrecer que no sea la imposible vuelta a la vida, el regreso de los sueños?, ¿qué justicia, cuál?
Las consignas se suceden, en tanto más mujeres son víctimas de la violencia, y niños. Los gobiernos invierten en medidas de seguridad que no aseguran nada y soslayan la raíz última de esta y otras problemáticas, la falta de una auténtica educación que ponga en primer término el respeto por la persona, etcétera.
Mucho empleo, mucha tecnología, mucha infraestructura, pero nuestra convivencia se degrada en el tráfico, la contaminación, el hacinamiento, la promiscuidad. La sociedad se desmorona; se pulveriza, se pudre.
Pero como este asunto de la educación, un auténtico civismo que nos enseñe, no quienes fueron los héroes que nos dieron Patria bla-bla-bla, sino a convivir como personas civilizadas; a controlar la animalidad que vive en nosotros, etcétera. Digo que como estos asuntos son generacionales, la visión de quienes administran estos temas no trasciende los seis años que dura el mandato.
¿Para qué sembrar para el largo plazo para las siguientes generaciones, si el que venga en dos o tres o cuatro años va a desmantelar todo?
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