- En el mundo, sólo el 27.1 por ciento de los puestos de liderazgo son ocupados por mujeres
- El 21.2 por ciento de los jóvenes no están empleados ni reciben una educación formal, de estos el 69 por cientos son mujeres
La secretaria de Estudios de Género del Colegio de Economistas de Aguascalientes, Dafne Viramontes Ornelas, expuso que en los últimos 20 años la brecha de empleo entre hombres y mujeres únicamente se redujo dos puntos porcentuales, y en México sólo el 42.62 por ciento de las mujeres en edad de trabajar acceden al mercado laboral; a este ritmo habrán de pasar 200 años para lograr la igualdad en este tema.
Según el reciente informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) 2019 sobre Perspectivas Sociales de Empleo en el Mundo, señala que el 70 por ciento de las mujeres entrevistadas para una muestra representativa el ámbito mundial, expresaron que preferían tener un trabajo remunerado frente a aquellos relacionados con el cuidado y el hogar que no les representa ningún ingreso.
En el mundo, sólo el 27.1 por ciento de los puestos de liderazgo son ocupados por mujeres; además, el 21.2 por ciento de los jóvenes no están empleados ni reciben una educación formal, de estos el 69 por cientos son mujeres.
“Los anterior nos habla de personas que no es que no quieran trabajar, sino que tenemos el concepto de trabajo muy reducida, pues la mayoría de estas personas que no estudian ni trabajan realizan labores no remuneradas dentro del hogar: actividad a la que dedican mínimo ocho horas al día y no se considera importante para el país”, manifestó la economista.
Destacó que el trabajo no remunerado en México representa el 23.3 por ciento, un porcentaje importante en este rubro, y que poco visibiliza que las mujeres participan de manera diferenciada en el mercado de trabajo en labores no valoradas a pesar de la cantidad de tiempo que se dedica.
Un ejemplo de esto son las mujeres que trabajan en México: el 40 por ciento está en el mercado laboral formal, mientras que alrededor del 51 por ciento laboran en el sector informal.
La OIT menciona que los trabajos dedicados al cuidado de las personas mayores, con alguna discapacidad o a menores de edad, así como a la limpieza del hogar, forman parte de las actividades diarias de las mujeres; la brecha de desigualdad podría cerrarse en 2228, y sería hasta entonces cuando ambos sexos dediquen el mismo número de horas en estas labores no remuneradas.
Si bien la brecha en educación se ha cerrado considerablemente, ya que cada vez más mujeres acceden a las universidades, al momento de egresar ven limitada la oportunidad de adentrarse al mercado laboral, lo que hace que para las mujeres la rentabilidad para estudiar sea menor.
Lo anterior, vinculado a las horas dedicadas a actividades no remuneradas y las prestaciones vinculadas a la maternidad como el acceso a guarderías, remuneración baja y desigual, violencia y acoso en el entorno laboral, las nueva tecnologías que desplazan el trabajo de las mujeres, y los trabajos precarios, hace que la posibilidad de acceder a un trabajo se vea afectada.