- Las que han ganado terreno son la tendinitis de Quervain y el test neck o dolor de cuello por textear, que pueden ser sumamente incapacitantes
- Debido a que cada vez es más extendido el uso de celulares, se espera que en los próximos años se agraven estas lesiones, alertó
En la actualidad, el uso prolongado de celulares, principalmente para enviar mensajes o jugar, se asocia a lesiones osteomusculares, que podrían agravarse debido al uso cada vez más extendido de estos dispositivos.
Las que han ganado terreno son la tendinitis de Quervain y el test neck o dolor de cuello por textear, que debido al malestar e inflamación que causan pueden ser sumamente incapacitantes, advirtió Mauricio Ravelo Izquierdo, académico de la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES) León de la UNAM.
Estos padecimientos van en aumento por el uso creciente de teléfonos inteligentes; su primer síntoma es dolor leve, que de no atenderse puede volverse intenso, al punto de inmovilizar el área inflamada y provocar un aumento de temperatura y cambio de coloración por la inflamación.
En la mano, la molestia va del pulgar a la parte media del antebrazo, y en el cuello desde la nuca hasta la parte trasera de los hombros; en algunos casos provoca lesiones en las terminaciones nerviosas que emergen de la columna cervical.
La enfermedad de Quervain, expuso el docente de la Licenciatura en Fisioterapia, es una lesión que ocurre básicamente por la inflamación de dos tendones que se dirigen al pulgar: el extensor corto y el abductor largo: “Vienen del antebrazo y se dirigen al pulgar; tienen un movimiento de extensión y abducción, que combinados nos permiten hacer movimientos de pinza fina con el índice, el medio o el anular y el pulgar”.
Son movimientos cotidianos, pero pueden llevar a un cuadro de inflamación cuando se realizan actividades manuales repetitivas como amasar, ejercer algún tipo de presión sostenida, escribir o tejer, refirió el fisioterapeuta universitario.
En los años 90, comentó, esta afección se asoció al uso de máquinas de escribir, luego a las computadoras y mouse, así como a los videojuegos; “incluso se le dio el nombre coloquial de nintendinitis”.
A últimas fechas, se vincula principalmente al uso indiscriminado del celular, pues las pantallas son pequeñas y, en consecuencia, también el teclado, de modo que los movimientos finos de los pulgares hacen que los tendones en conjunto se inflamen. De aquí también han surgido otros dos nombres coloquiales: smartphone thumb (pulgar del celular) o whatsappitis, indicó.
El universitario recordó que a consulta de fisioterapia llegan principalmente adolescentes y adultos jóvenes que pasan buena parte del día frente al celular.
No obstante, aseguró, estas afecciones pueden evitarse si se usa con prudencia el celular: por periodos no mayores a 30 minutos, y dejarlo de lado al menos una hora y media para que descansen la mano y el cuello: “El problema es que hay gente que puede estar tres o más horas mensajeando”.
Por ejemplo, subrayó, hay reporteros que escriben sus notas en teléfonos inteligentes y esta acción les puede llevar más de una hora, pero si lo hacen diario y más de una vez al día, en algún momento se les inflamarán los tendones o presentarán rigidez en los músculos del cuello, dolor de hombros y cabeza.
Las recomendaciones son: guardar reposo; evitar hacer dichas actividades repetitivas; usar analgésicos no esteroideos; en el caso del pulgar, utilizar ortesis, que es un tipo de fijador para que descanse el dedo.
También se puede dar fisioterapia con medios físicos (calor o frío, dependiendo del estadio de la lesión), láser, fluidoterapia o ultrasonido terapéutico.
En el caso de la tendinitis de Quervain, cuando el tendón ya está muy lastimado y hay desgaste importante, se puede recurrir a la cirugía, concluyó.
Con información de la UNAM