- Los niños en edad escolar requieren cinco tiempos de comida durante el día, dividido en tres comidas principales y dos refrigerios o colaciones
- El sobrepeso, la obesidad y las enfermedades conexas son en gran medida prevenibles
Los niños con obesidad y sobrepeso tienden a padecer esta enfermedad hasta la edad adulta, además tienen más probabilidades de contraer a temprana edad enfermedades cardiovasculares y diabetes, de ahí la importancia de fomentar hábitos alimenticios saludables, así lo informó la responsable estatal del programa de Nutrición en la Infancia y Adolescencia del Instituto de Servicios de Salud del Estado de Aguascalientes (Issea), Paola Contreras Moreno.
La funcionaria estatal dejó en claro que el sobrepeso, la obesidad y las enfermedades conexas son en gran medida prevenibles; señaló que es necesario dar prioridad a la prevención de la obesidad infantil, dejando a un lado el primer prejuicio erróneo de que un niño bien alimentado (gordo) no necesariamente es un niño sano.
Dijo que a partir del tercer o cuarto año de vida los niños experimentan un crecimiento continuo durante una etapa bastante larga, por lo que se deben consolidar los hábitos de alimentación en los pequeños para que los lleven durante toda su vida y les permita desarrollarse a su máximo potencial, además de ser muy saludables.
Comentó que los niños en edad escolar requieren cinco tiempos de comida durante el día, dividido en tres comidas principales y dos refrigerios o colaciones, con ello y combinado con ejercicio se puede evitar la obesidad y sobrepeso.
La nutrióloga aconsejó a los padres de familia que los infantes, sobre todo en edad escolar, coman de todos los grupos de alimentos del plato del bien comer y enseñarles a elegir alimentos saludables.
Añadió que es necesario fijar horarios para comer y distribuir los alimentos a lo largo del día, dijo que es importante desayunar antes de irse a la escuela, promover el consumo de por lo menos cinco raciones de frutas y verduras al día y preparar ensaladas que incluyan verduras como brócoli, espinacas, lechuga, jitomate, jícama, zanahoria, pepino con limón, etc.
También indicó que es necesario cuidar y limitar el consumo de grasas y azúcares simples, no agregar sal extra a los platillos, comentó que no se recomienda el consumo diario de golosinas, dulces y papas fritas.
Agregó que el padre de familia deberá proporcionar alimentos ricos en proteína de origen animal (pollo, pescado, carne de res) en conjunto con alimentos que proporcionan proteínas de origen vegetal, como las leguminosas (frijoles, lentejas, garbanzos, soya).
Contreras Moreno dijo que aunque es difícil el procurar que coman sentados junto con la familia sin distracciones, es una muy buena opción, además de que el agua natural es la mejor bebida y deberá combinarse con la práctica de ejercicio o la actividad física.
Precisó que se debe de informar y motivar a los niños para que consuman alimentos que les proporcionen los nutrientes necesarios para su desarrollo y evitan grandes cantidades de alimentos altos en energía, pero pobres en nutrientes fundamentales como bebidas azucaradas o alimentos fritos y ricos en almidón.
La responsable del programa de Nutrición en la Infancia y Adolescencia invitó a la sociedad en general a cambiar hábitos alimenticios y éstos enseñarlos a las nuevas generaciones, de tal manera que se genere una cadena de personas saludables y productivas.
Con información del Issea