Trasciende que el actual titular de la Secretaría de Finanzas del municipio de Aguascalientes habría favorecido indebidamente a una empresa al autorizarle de manera discrecional una exención parcial para el pago del Impuesto Sobre Adquisición de Muebles Inmuebles (ISABI).
Esto sería notable debido a que fue durante la adquisición de un predio por parte de la empresa en cuestión, y esta exención no se le realizó a ninguna otra empresa bajo condiciones similares. Es decir, hubo un trato diferenciado para un grupo empresarial en particular por parte de la Secretaría de Finanzas de la alcaldía capitalina.
Se estima así que esta disculpa que aplicó sólo a los dueños de dicha empresa habría causado un daño a las arcas municipales por más de 2 millones de pesos.
Esto fue detectado debido a inconsistencias en el orden cronológico de los oficios de autorización de la mencionada exención, además de la fecha en que fue informada al Cabildo de Aguascalientes. ¿Cuál fue el problema ahí? Que ni siquiera fue presentada en tiempo y forma, ya que el límite era el mes siguiente y el responsable de la Secretaría de Finanzas tardó más.