- Desde niña, Rosario Castellanos mostró una inteligencia excepcional y un rico mundo interior que plasmó tanto en sus novelas como en poemas y ensayos
- La inmensidad de su talento como escritora no logró menguar sus tormentos
La voz de Rosario Castellanos fue y sigue siendo un grito de libertad, de rebeldía, de visibilidad y justicia, de transformación de estructuras sociales. Sin embargo, ni la fama ni el reconocimiento que alcanzó lograron acallar los demonios internos de la autora chiapaneca.
En la novela El aire en que se crece, Rebeca Orozco se adentra en la fragilidad de una de las mentes femeninas más portentosas de las letras mexicanas, quien no logró superar la inseguridad que la dominó hasta su trágico final, aun cuando se sobrepuso a los obstáculos que suponía vivir en una época en la que la mujer era reducida a los roles de ama de casa y madre.
La investigación de Orozco para establecer el perfil de la novelista y poeta mexicana contó con la valiosa aportación de amigos que le fueron muy cercanos en distintas épocas de su vida y, también, un conocimiento profundo de su obra, que de manera atinada se asoma en pinceladas precisas y da sentido a momentos que hoy son recuperados para el deleite de las nuevas generaciones que pueden descubrirla.
Desde niña, Rosario Castellanos mostró una inteligencia excepcional y un rico mundo interior que plasmó tanto en sus novelas como en poemas y ensayos, en los que reveló el tormento que le producía no disfrutar de un amor romántico del que ella fuera el centro y que, mientras más lo anhelaba, más topaba con la pared de las infidelidad y los celos que intensificaban su inseguridad, su ansiedad y los estados emocionales que le impedían descansar.
“Rosario tenía la esperanza de que ese viaje aliviaría sus depresiones, apaciguaría sus estados anímicos y la devolvería a su país más madura, capaz de convivir sanamente con los suyos. Pronto se dio cuenta de su error: el cambio de circunstancias no disminuiría su padecimiento. Iba de la ansiedad a la cólera, y de allí a la depresión”, escribe Orozco en El aire en que se crece.
Rebeca Orozco (Ensenada, 1956): Después de estudiar Ciencias de la Comunicación, comenzó a escribir guiones para televisión y radio. En 1987 obtuvo el Premio Julio Bracho a lo Mejor de Teatro de Búsqueda por su obra Zaide. Es autora de las novelas Tres golpes de tacón (2009) y Amor de mis amores (2011).