- Personas con problemas de alcoholismo y drogadicción sufren abandono por parte de sus familiares
- Se dificulta el cierre de casas de atención a adictos porque se requiere donde atender a estos enfermos
La deficiente infraestructura, falta de equipamiento y servicio médico, son las principales causas por las que anexos que atienden a personas con adicción a drogas y alcoholismo, son sancionados, pero también son los aspectos en los que se pone especial atención en cada revisión a estos lugares.
El director de Regulación Sanitaria del Issea, Octavio Jiménez Macías dio a conocer que en el padrón que se tiene en el sector salud son 77 los anexos para drogadictos, pero de éstos 10 se encuentran suspendidos por no cumplir con las disposiciones del Cofepris, además han sido aplicadas dos sanciones por 20 mil pesos por deficiencias en la atención de servicios médicos, sus instalaciones deficientes y falta de equipo.
De acuerdo a los lineamientos establecidos por el sector salud para el adecuado funcionamiento de estos espacios, se autoriza que cuenten con no más de 50 internos, no obstante en la mayoría de los casos reportan sobrecupo superior al 30%, lo cual también complica su atención.
Sin embargo se trata de gente que por su problema de adicción requieren atención y aunque se hace la observación a las familias para que esperen a que haya lugar y se les dé una atención digna, resulta que “ni los mismos parientes los quieren, por problemáticos porque su problema no lo pueden controlar en casa”.
Jiménez Macías refirió que se tienen infinidad de maltrato a los pacientes en los anexos, por lo que también la Comisión Estatal de Derechos Humanos tiene intervención en las revisiones interdiciplinarias a estos lugares, pero por lo general no se hacen de manera formal.
De los 77 anexos registrados, el 80% se encuentran en esta capital, el otro 20% se encuentra distribuido en el resto de los municipios y todos son visitados frecuentemente por Regulación Sanitaria para corroborar su buen funcionamiento.
De acuerdo a información proporcionada por la directora de los Centros de Integración Juvenil, Rubicelia Jiménez Salazar, el consumo de cristal se duplicó en 2018 principalmente entre jóvenes de 15 y 16 años, de ahí que un 40% de quienes buscan atención en los CIJ es por esta causa, otro 40% son adictos a la marihuana y 20% a sustancias varias.
Refirió que en 2018 fueron 510 los expedientes acumulados de personas que buscaron atención en los CIJ por enfrentar adicción al alcohol, tabaco o drogas, un 60% logró avanzar en su tratamiento para alejarse del vicio con la intención de no volver a caer, un 20% desistió en cuanto dijo sentirse mejor, 10% no terminaron su diagnóstico, en tanto que el otro 10% abandonó el tratamiento al haber transcurrido unas cuantas sesiones.