- Consignan la falta de atención que el presidente tendrá en una emergencia nacional, de seguir viajando en vuelos comerciales
- Pide PAN que se reconsidere la cancelación definitiva del NAIM por el costo y la incertidumbre que genera
Desde el lunes pasado, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, puso a la venta el avión presidencial Boeing 787 Dreamliner, que tiene por nombre el del insurgente José María Morelos y Pavón, por lo que fue enviado al aeropuerto de Victorville, California, en donde, según han documentado medios nacionales, permanece en espera de algún comprador interesado. Los señalamientos en contra de que el jefe de la nación se traslade en vuelos comerciales se endurecieron este sábado cuando regresó de esta forma a la Ciudad de México, coincidiendo con periodistas del país; se le consigna el hecho de que en este tipo de movilidad es imposible mantener comunicación, por lo que no podría tomar decisiones fundamentales en caso de una emergencia nacional, mientras esté en el aire.
En este tenor, el diputado federal del I Distrito en Aguascalientes, Javier Luévano Núñez, apuntó que esta intención del mandatario federal podría resultar incluso más costosa que la operación y funcionamiento como tal de la aeronave, debido a que se mantiene un contrato con Banobras, desde su adquisición, en enero de 2016, durante el sexenio de Enrique Peña Nieto.
Precisó que es un convenio de compra-venta planteado a varios años; dijo que hasta el momento se conoce que en California se analiza el procedimiento del desprendimiento de este bien inmueble de la administración federal, para la licitación de adjudicación a quien resulte interesado en la compra del mismo.
“Estaremos atentos en cuál va a ser el mecanismo; es una parte que ya se había advertido, que al final de cuentas va a ser mayor el costo, precisamente para el pueblo mexicano en este sentido, porque hay contratos. Hay que recordar que es un tema entre compra-arrendamiento a varios años, entonces la cancelación de esta parte lleva su penalización y algo que se mencionó es que nunca se va a recuperar el costo total de la aeronave”, puntualizó Luévano Núñez.
Refirió que esto va de la mano con la intención de Andrés Manuel de cancelar en definitiva la consolidación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), e incluso ya se pretende iniciar con los trabajos de construcción de la base en Santa Lucía; esta decisión también implicará un costo, advirtió el diputado federal del Partido Acción Nacional.
Subrayó que la anticipación que se ha dado un supuesto arreglo rápido para la recompra de bonos del NAIM no es viable, en el Congreso de la Unión ya se ha puesto el tema sobre la mesa, debido a que las primeras reacciones del presidente de la República es que no tiene información sobre la determinación del consejo, lo cual consideró que sigue abonando a la incertidumbre e inestabilidad que se ha vivido con el cambio de gobierno e incrementa a escasos ocho días de la toma de protesta.
“Lo que tenemos entendido es que dentro de las negociaciones con las constructoras, con la gente que invirtió en este proyecto, lo que están tratando es de generarles confianza, poder recuperar el estado ciertos bonos y eso permita transitar a una cancelación sin problemas jurídicos; yo creo que en esa parte, es un proyecto transexenal que marca a México en muchas partes, que todavía puede reconsiderar”; exhortó Luévano Núñez a que se revisen todos los procedimientos para que en caso de que se detecten irregularidades en la ejecución del NAIM, se actué en consecuencia en materia de corrupción.
Refrendó el llamado a que se reconsidere la cancelación definitiva del nuevo aeropuerto, ya que esta construcción daría a México mayor certeza y confianza del rumbo con que se conducirá el nuevo gobierno, pues echar atrás el proyecto repercutirá en una fuga de capitales y el poco esclarecimiento en proyectos de esta magnitud que están en puerta.