- Alberto Tejeda, de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM, expuso que son seguros de sí mismos
- Recomendó no sobreprotegerlos, no cargarlos todo el tiempo y no tenerlos si hay niños pequeños en casa
Los perros chihuahueños están de moda, pero antes de llevar un ejemplar a casa se debe tener en cuenta que son un prototipo de animal reactivo, incluso con tendencia a ser agresivos, afirmó Alberto Tejeda, del Departamento de Etología de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ) de la UNAM.
Los chihuahua son una raza originaria de México, considerada una de las más antiguas de América, y la más pequeña del mundo. Aunque se ha dicho que pueden ser más agresivos que los pitbull, el experto aclaró que en realidad son más “seguros de sí mismos. Por ejemplo, en algunas ocasiones uno o dos de ellos pueden amedrentar a un gran danés, porque enfrentan las situaciones más directamente que otras razas”.
Se conocen principalmente dos variedades: los chihuahueños cabeza de venado y de manzana. Estos últimos si no cuentan con un control genético adecuado, pueden tener mayor predisposición a presentar alteraciones neurológicas, síndrome braquicefálico o más reactividad, “aunque no es una regla”, aclaró Tejeda.
Sin importar la raza, hay muchas diferencias individuales en cuanto al carácter de los perros, y debido al boom de animales de compañía, la gente se ha inclinado por razas pequeñas, consideradas más sociables y tolerantes. No obstante, refirió, algunos expertos opinan que son más reactivos porque su percepción del mundo es más amenazante.
El universitario subrayó que se debe considerar que los ataques graves de un perro dependen de la mordida, que va en función del tamaño del animal y de la parte del cuerpo donde se registre.
En nuestro país no hay legislación sobre los canes agresivos. En la Ciudad de México se ha evaluado la posibilidad de una regulación por raza; sin embargo, sostuvo, no se puede afirmar que por tenerlas controladas decrecerá el número de agresiones. En Europa, de acuerdo con algunos reportes, atacan más los salchicha o terrier que las razas oficialmente agresivas, como rottweiler o pastor alemán.
Tejeda expuso que una de las ventajas de los chihuahueños es su tamaño, pues en la actualidad los espacios grandes ya no son la norma, pero no por ello se debe pensar que no necesitan actividad física, indispensable para evitar conductas no deseadas.
Por ser altamente adaptables a interiores, se pasan buena parte del día durmiendo, así que se cree que ésa es la mejor manera de tenerlos, cuando en realidad les gusta pasear.
El universitario indicó que un aspecto negativo de las razas que se ponen de moda es que el control en su reproducción es menor, lo que puede derivar en animales que hereden rasgos conductuales indeseables. “En consulta de etología clínica, cuando tenemos un perro agresivo estamos a favor de la esterilización”.
Finalmente, recomendó adquirir un chihuahueño de un criador o conocer a los papás para verificar que no sean reactivos. En ésta y cualquier raza, los límites son importantes: “si dejamos que hagan lo que quieren, vamos a acabar mal.
“Los chihuahueños no son un juguete. No hay que sobreprotegerlos ni cargarlos todo el tiempo, y no es aconsejable tenerlos si hay niños pequeños en casa”.
Con información de la UNAM