- La percepción es que el tiempo de transición se prolonga
- Se esperan cambios con rumbos bien definidos que den confianza
Continúa la incertidumbre en el sector empresarial a los 15 días del cambio en el Gobierno Federal, al considerar que muchas situaciones siguen sin aterrizar y da la percepción es que el tiempo de transición se prolonga.
El presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Pedro Gutiérrez Romo, comparó las acciones del nuevo gabinete con el de una orquesta con muchos solistas, que si bien comienzan a tocar bien, de repente un mala música provoca una estridencia, mientras que otro desafina; entonces la percepción es que esa agrupación no sigue una partitura, no dé por iniciado el concierto ni existe claridad en lo que quiere el director, ya que hay muchas discordancias, pues “dice una cosa hoy y al rato la matizo”, señaló al referirse al jefe del Ejecutivo federal.
Al término de la última sesión mensual del año del organismo cupular empresarial, comentó que no se espera mucho del Paquete económico que habrá de analizarse y aprobarse en los próximos días, pero lo deseable es que al menos sea similar al que se tuvo en este año, “ojalá que lo pudieran mejorar, pero no tenemos idea de cómo vaya a estar, pues previamente ha habido muchos barruntos”.
Mientras que es evidente que no hay cosas definidas y es que “el director de la orquesta no sigue una partitura, habrá que esperar su estrategia para dirigir”, consideró que tal vez en enero ya estén las cosas más claras, pues para el sector económico, el inicio de cada año se torna complicado y ahora poco se puede prever, y ahí donde estriba principalmente su preocupación.
“El sector productivo seguimos en espera, pero ya vamos en una situación inercial, y esto va a permitirnos por unos meses seguir avanzando y creciendo; pero queremos que los cambios lleven rumbos bien definidos, que nos permitan a los empresarios hacer lo que sabemos hacer”, externó Gutiérrez Romo.
Explicó que lo anterior es importante no solo para los empresarios del país, ya que tiene la bondad además de que la iniciativa privada del exterior, en especial los inversionistas, tengan un buen concepto del país, al cual vale la pena apostarle.