- El instituto gastaba hasta 60 millones de pesos anuales en auxiliares
- Con los remanentes de 2018 se espera adquirir licencias para simuladores de laboratorios
- También se van a comprar automóviles utilitarios nuevos
El director del Instituto de Educación de Aguascalientes (IEA), Raúl Silva Perezchica, informó que con los remanentes de 2018 se podrá invertir en comprar licencias para simuladores virtuales en los laboratorios de ciencias de las secundarias, con lo que se podrá prescindir de suplantar a los asistentes de laboratorio que vayan jubilando de ahora en adelante.
A decir del titular del IEA, la anterior administración tuvo que pagar mil 500 millones de pesos para poder dejar el instituto para la nueva administración, sin contar las deudas de los jubilados que se han tenido que pagar en el transcurso de la actual.
Sin embargo para 2019, explicó Raúl Silva, se espera que haya remanentes cuyo monto desconoció, pero por lo menos mayor al de 2017 que ronda entre los 6 y 7 millones de pesos, gracias a los ahorros en las gestiones de los trabajadores del IEA.
Con el remanente de 2018 apuntó el director, se pretende atender necesidades prioritarias del IEA, estando en primer lugar la adquisición nuevas unidades vehiculares pues las que se usaban hasta el año pasado fueron adquiridas en el sexenio de Luis Armando Reynoso Femat.
Las unidades actuales, detalló Silva Perezchica, gastan mucha gasolina por su carburación además que son inseguros para quienes los usan como los supervisores escolares, “Ya la hacía más cara la parte del mantenimiento que la parte de utilización, son vehículos que muchos de ellos en el consumo de gasolina es excesivo y ya saben el precio que tiene”.
La segunda prioridad, continuó el titular del IEA, es la adquisición de licencias para software y material digital para los laboratorios de ciencias en las escuelas secundarias donde se han dejado de utilizar sustancias reales y equipo científico, en pro de simuladores virtuales.
La adquisición de licencias para instalar más simuladores virtuales, agregó Raúl Silva, podrá posibilitar al Instituto el prescindir de las plazas de ayudantía para los asistentes de los laboratorios, “En cuanto una persona se jubila o se retira, renuncia o lo que sea, se desaparecen y se van creando plazas que realmente se necesitan”.
Solamente en los comisionados había en el instituto de educación, en los sindicatos y en otras entidades, según Silva Perezchica, se gastaban de 50 a 60 millones de pesos por año, que eran observados anualmente por la Auditoría Superior de la Federación, sin mencionar que había plazas como estas que eran pagadas por el Gobierno del Estado, “Control, orden, es la clave para poder tener éxito en cualquier situación de empresas, especial, particular, privada y el lo que estamos tratando de ir consiguiendo”.