- La compra de votos y otros vicios no son problemas de orden electoral, sino cívico y ético: vocal ejecutivo del INE
- La única forma en que este panorama puede cambiar es inyectar a la sociedad educación y cultura
La compra de votos no es sino el reflejo de la baja calidad de la democracia en México, consideró Ignacio Ruelas Olvera, vocal ejecutivo del Instituto Nacional Electoral (INE) en Aguascalientes.
Para el especialista, esta clase de prácticas no son problemas de orden electoral, sino de orden cívico y ético, ya que si bien los procedimientos democráticos del país son ejemplares en el mundo, aún queda mucho camino por transitar hacia una sociedad más civilizada.
Prueba de ello es la manipulación de conciencias, la compra y coacción de votos, el ejercicio indebido de funciones, la inyección de recursos del estado a la política, como también de dinero de procedencia ilícita. La corrupción, comentó, es como la humedad que poco a poco aparece, “La democracia procedimental ha aguantado 28 años y ha sido ejemplo en el mundo, no hay país que no reconozca, un solo país que no tenga una crítica fundada y motivada contra el proceso electoral mexicano (…). Pero nuestra democracia es de baja calidad, capacidad, valores solidaridad, empeños, corresponsabilidad, participación ciudadana, discusión”, explicó Ignacio Ruelas.
La única forma en que este panorama puede cambiar es inyectar a la sociedad educación y cultura, refiriendo que no sólo se trata de los conocimientos emanados de los centros académicos -que son también perfectibles- sino la educación que proviene de la casa, la calle y los medios de comunicación.
“¿Cuál es el nivel de lectura no digamos en la vida ordinaria sino en las universidades, esa es la democracia de baja calidad que no ha mejorado?”, apuntó.
Agregó: “Ustedes ven un presidente que gana abrumadoramente y sus seguidores siguen violentos, pensando que están atacando a Andrés Manuel López Obrador, no es un presidente altamente legítimo, eso forma parte de una democracia de baja calidad”.
Ruelas Olvera avaló la iniciativa para eliminar el fuero que impulsa el presidente de la República, la cual permite acusar al Ejecutivo Federal no sólo por traición a la patria y delitos graves del orden común, sino también por actos de corrupción y por delitos electorales.