- No rompí el pacto de civilidad, insiste líder de la CROM
- Hay apertura al diálogo pues urge se resuelvan inconformidades de trabajadores
Asegura el dirigente local de la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM), Jesús Enrique Ramírez Pérez, asegura no haber transgredido el “pacto de civilidad” y estar abierto al diálogo en relación con el movimiento de trabajadores inconformes de Nissan que señaló “de cromista, pacífico, de cambio y que exige justicia”.
Luego de que al menos 300 trabajadores de las plantas de Nissan Uno y Dos, y de otras filiales como Yatco se reunieron la mañana de ayer en la Exedra para reafirmar su deseo de que sea la CROM la central obrera que les represente, el líder sindical destacó que de ninguna manera este movimiento significa un intento de acabar con la paz laboral que distingue al estado, “nosotros los cromistas seremos los primeros que levantaremos la mano si existe algún conato de violencia, pues no tomamos acciones radicales”, expresó al dirigirse a los obreros.
Luego de que se acordó reunirse de nueva cuenta el 15 de diciembre en ese mismo lugar, Ramírez Pérez se comprometió a presentar avances a los trabajadores, y el siguiente paso será un acercamiento con la empresa, ya que los obreros aseguran que a la fecha no se han resuelto las demandas que hicieron que se manifestarán fuera del Palacio de Gobierno el pasado 2 de noviembre.
En entrevista a los medios de comunicación, el líder sindical reiteró que no cerrará las puertas de la organización sindical a los trabajadores inconformes, al tratarse de una directriz de la CROM en el ámbito nacional, y al ser los mismos obreros quienes insisten en que el organismo los represente.
“Se ha hablado mucho de los cambios que habrán de darse a nivel federal, de delegaciones, y nosotros hemos trabajado muy de la mano de Gobierno del Estado y somos sus aliados; lo que queremos es crear alianzas, y nosotros queremos sumar a la productividad del estado”, manifestó al destacar que al momento existe una sola empresa automotriz adherida a la CROM, y es Unipres Mexicana, cuyos trabajadores desde su dirigencia se cambiaron de la CTM.
El dirigente local de la Crom comentó que hace unos días fue convocado por Gobierno del Estado para tratar el tema de la paz laboral, pero desafortunadamente no pudo asistir por motivos de salud, por lo que envió el mensaje de estar dispuesto a sentarse a esta mesa de diálogo, al considerar importante conversar con el secretario general, Enrique Morán faz, y con la empresa.
En cuanto al llamado “pacto de civilidad” firmado entre las cinco centrales obreras existentes de Aguascalientes, Jesús Ramírez refirió que se trata de que todas abonarán a la paz laboral, y que no habrán de recurrir a actos violentos para hacer crecer la economía del estado, ni habrán emplazamientos a huelga ni a volantear empresas, actos que negó haber cometido, a tal grado que la primera llamada que realizó cuando los trabajadores lo buscaron fue al líder de la CTM, Alfredo González González.
Aseveró que el líder estatal de la CROC de Aguascalientes, Refugio Marín Ruiz, después del 2 de noviembre buscó a los trabajadores, a pesar de que ahora lo conmina a sacar las manos de Nissan, por lo que dudó que en caso de que los obreros hayan accedido a su representación hubiera recordado el pacto, ya que él sí los buscó.
“Lo que sigue es el diálogo, se ha minimizado este movimiento, se ha dicho que son dos movimientos distintos, que no tienen la mayoría, que ya hay acuerdos; yo creo que se debe establecer una mesa de diálogo real y comprensiva de todas las partes, pues queda por resolver situaciones injustas como que regrese a su trabajo el compañero Jaime Ramírez”, expuso el cromista, para luego aclarar que las firmas de los trabajadores que se levantaron en ese momento no son para ser afiliados, sino para contar con un estimado de cuántas personas están interesadas de cambiar de central para tomar posteriormente una decisión.