- Se enfrentaron el campeón noruego Sven Magnus Carlsen y el retador estadounidense Fabiano Luigi Caruana
- Magnus Carlsen, después de un largo desempate, logra coronarse y retiene el título de campeón del mundo por otros dos años
Este miércoles 28 de noviembre terminó el campeonato de ajedrez 2018 (World Chess Championship 2018). En disputa por el título se enfrentaron en las 64 casillas el actual campeón noruego Sven Magnus Carlsen y el retador estadounidense Fabiano Luigi Caruana, esta competencia, que se realizó en Londres, inició el viernes 9 de noviembre de 2018 a las 4:00 pm (hora de Madrid), ambos jugadores disponían de doce partidas a ritmo clásico para determinar al ganador de este match, intercalando cada 2 días uno de descanso, tanto Carlsen como Caruana dieron mucho de qué hablar en estos 12 enfrentamientos gracias a su estilo de juego, su minuciosa forma de calcular posibles jugadas y toda la estrategia que pueden ofrecer estos grandes maestros.
Los comentarios giraron en torno a que este fue el mundial competitivo de la historia, puesto que se enfrentaban el número 1 y el número 2 del mundo, y esto no fue en vano puesto que se empataron las doce partidas jugadas, dando un resultado de 6-6 (se da un .5 a cada jugador por empate y 1 punto por victoria), esto llevó a tener que esperar a los desempates con 4 partidas a ritmo rápidas para saber quién sería el nuevo rey de este deporte.
Magnus en una entrevista comentó que en partidas rápidas tenía la superioridad ante Fabiano, por lo cual no le molestaba el hecho de los 12 empates en esta contienda. Al final se impuso con autoridad ante el estadounidense, dando como resultado final un 3-0 (fue innecesario jugar la última partida) a favor del campeón, con lo cual, su título obtenido en 2013, lo retendrá otros 2 años más.
Algunas críticas hechas al renovado campeón por leyendas y excampeones del mundo, como Garry Kasparov y Vladimir Kramnik, son sobre que Magnus nunca luchó a ganar, sino que solamente dejó sobrellevar las partidas, jugando a empatar para llegar al ritmo que él prefiere.