- El descontento hacia el paso a desnivel de Segundo Anillo y antiguo camino a San Ignacio reside en la falta de consensos, consideró el director de Conciencia Ecológica.
- Sólo el tiempo revelará efectividad del trasplante de los árboles de ese crucero
Los proyectos de infraestructura que afecten el medio ambiente deben ser consultados con la ciudadanía, pues ya pasaron los tiempos en que los gobiernos imponían lo que consideraban mejor para los ciudadanos, manifestó Humberto Tenorio Izazaga.
Para el director de Conciencia Ecológica de Aguascalientes A.C. las autoridades deben consensuar con sus gobernados “porque si vamos y les ponemos algo que no necesitan ni les importa, lo descuidan” y advirtió que algunas de las obras realizadas en las últimas administraciones son muestra de lo anterior.
Por ejemplo, la Línea Verde -al oriente de la ciudad- fue en su momento un proyecto socializado con las colonias directamente afectadas, quienes lo aceptaron, se lo apropiaron y hasta participan en su mantenimiento: “Cuando el ciudadano es consultado, el ciudadano hace suyo el proyecto y estos subsisten y dan fruto”.
La intervención en La Alameda resultó en todo lo contrario, pues no se tomó en consideración a los comerciantes y vecinos, de modo que en menos de un mes ya mostraba señas de vandalismo, “se llevaron las bolas que pusieron, los módulos están llenos de excremento, están rotos los vidrios”, señaló el activista.
En su opinión, el origen del descontento hacia el paso a desnivel de Segundo Anillo y antiguo camino a San Ignacio reside en la falta de consensos con la ciudadanía. Recordó que cuando candidato, el gobernador Martín Orozco Sandoval anunció un Plan Estatal de Movilidad, el cual no se ha hecho público a dos años de su entrada en funciones: “¿entonces cómo quieren que la población acepte?”.
Sólo el tiempo revelará efectividad del trasplante de árboles
Humberto Tenorio comentó que el éxito del trasplante de los árboles del crucero en el que actualmente se construye el paso a desnivel depende de múltiples factores como la edad de los ejemplares, la forma en que sean retirados del suelo y el lugar a donde se lleven. También influye el estado del tiempo durante el proceso, pues las especies que no provienen de clima árido y semidesértico serán especialmente sensibles al cambio.
En las plantaciones de este tipo los porcentajes de supervivencia no superan el 20 por ciento: “Hoy en día conocemos que las plantas y árboles se estresan y los estresa ser movidos del lugar en que se encuentran”.
Sin embargo, la ventaja de que sean trasplantados en invierno es que la sabia de los árboles se deposita en la raíz, lo que puede ayudar a su recuperación cuando llegue la primavera y esta suba de nuevo a sus ramas. El ecologista confió en que el procedimiento resulte exitoso y, sobre todo, que se brinden los cuidados posteriores, principalmente el riego constante.
