El concierto de Le Orme fue uno de esos grandes acontecimientos en la historia de la música en nuestra ciudad, vamos, no fue cualquier cosa, se presentó en Aguascalientes uno de los más grandes grupos de rock progresivo de todos los tiempos, Ahí, en el Foro Posada me encontré con muchos amigos, algunos de ellos desde la primaria que crecimos juntos y el punto de convergencia fue precisamente la música.
Juntos fuimos descubriendo los manjares de esta bella disciplina que se trata de conjuntar los sonidos con el silencio y así hacer surgir el arte. A todos nos gustaba el rock, pero grupos como Le Orme no era exactamente lo más accesible, no era como hoy que puedes conseguir casi todo, estoy hablando de 1978 o 1979 con 15 o 16 años de edad, esa generación a la que pertenecí, pero principalmente quienes gustábamos del rock o expresiones musicales no muy comerciales, fuimos descubriendo poco a poco todo ese inagotable universo sonoro que incluso hoy a nuestros cincuenta y tantos sigue sorprendiéndonos. La presencia de Le Orme en Aguascalientes no nos la podíamos perder, no importa qué sucediera, no asistir al concierto, bajo ninguna circunstancia, no era una opción.
Se convocó a rueda de prensa a las 20:00 horas, una hora antes del concierto, lamentablemente, como no se trataba de los Ángeles Azules o cualquiera de esos bodrios comerciales, no se dieron cita los medios de comunicación, sólo éramos dos personas, una chica que desconozco a qué medio pertenecía y tu servidor, de hecho estuvieron a punto de cancelarla por ausencia de periodistas, pero por fortuna se realizó y la ventaja fue que como estaba la sala acondicionada para prensa prácticamente desierta, tuvimos la oportunidad de charlar abiertamente con Michi de Rossi, baterista y único miembro original de aquel Le Orme de discos como Collage, Umo di pezza, Felona e Sorono y Contrappuntti. Una persona muy amable que se prestó a una conversación amena y fascinante, si se me permite el término, lo fue para mí, no podía creer estar charlando con un músico al que había admirado desde que descubrí el rock progresivo italiano, y lo tenía ahí, un metro en frente de mí.
Platicamos de aquel concierto que lamentablemente, por cuestiones técnicas, se canceló y que estaba programado para realizarse en el Teatro Morelos de esta ciudad, hablamos de la época dorada de Le Orme en los años 70 y de las producciones más recientes, la trilogía integrada por Il Fume, Elementi y L’infinito, estos tres ya sin el tecladista original, el virtuoso Tony Pagliuca, y posteriormente el extraordinario disco La via della setta en donde ya no encontramos al bajista cantante y guitarrista Aldo Tagliapietra, no obstante es un extraordinario disco.
Durante la conversación Michi de Rossi me decía que Le Orme no es un grupo masivo y que su música se disfruta mucho más en escenarios pequeños, no en grandes estadios, agregaba que no tiene ningún interés, y que Le Orme nunca lo tuvo, en los medios comerciales, que de hecho esa es la naturaleza del rock progresivo, para dejar este argumento en claro, repitió varias veces lo mismo, “el rock progresivo es libertad creativa y libertad de pensamiento, y esto es algo que los la mercadotecnia no te permite o por lo menos te limita mucho”.
El concierto inició unos diez minutos después de las 21:00 horas, un inicio incierto, hay que decirlo, con algunos problemas en el teclado de Michele Bonn, gran tecladista, por cierto. La Secretaría de Turismo y el Instituto Cultural de Aguascalientes, entidades responsables del Festival de las Calaveras, marco en el que se desarrolló este concierto, tuvieron puntualmente listos todos los requerimientos técnicos solicitados por el grupo, y no obstante solicitar el cambio de micrófonos unos minutos antes del concierto y de un pedal de bajo que originalmente no habían solicitado, se les tuvo todo listo para que el concierto pudiera realizarse conforme a lo planeado. Lo que sucede es que Le Orme buscaba un sonido lo más cercano a lo que ellos hacían en los años 70, finalmente, gracias al puntual trabajo de los organizadores, esto se pudo lograr.
La última hora del concierto, que duró poco más de 120 minutos, fue un verdadero manjar, Le Orme se conectó con el público y era evidente la satisfacción que los músicos sentían al darse cuenta que los concurrentes al concierto, calculo que poco más de dos mil personas, coreaban sus canciones, todos estaban de pie y la comunión entre músicos y auditorio fue total.
Desde mi muy particular punto de vista, la ausencia de Tony Paglicua que no me canso de decir que es insustituible, es uno de los tecladistas / pianistas que más admiro, está bien cubierta por Michele Bonn, no lo sustituye, lo cubre con mucha solvencia, pero sí extrañé la voz de Aldo Tagliapietra, hace falta su increíble y agudo timbre de voz, canciones como Cemento Armato, Gioco di Bimba o Una dolcezza nuova no son lo mismo, sin contar con que el actual cantante, Fabio Trantini, que como Tagliapietra, también toca el bajo, eso sí, de una manera muy solvente y también la guitarra, sin embargo perdía dramáticamente la afinación en las notas muy agudas, de las que está pletórica la música de Le Orme.
Por cierto, al terminar la entrevista, o charla dicho más correctamente con Michi de Rossi y salvando las dificultades que plantea el idioma, mi italiano no es muy bueno, pero contaba con una intérprete, se acercó y me dijo, casi murmurando al oído: “No parlo inglés, no parlo español, solo parlo rock progresivo”, y con una sonrisa, nos tomamos una foto.
