- La presentación de la obra de teatro del escritor, fallecido hace unos días, sirvió como marco para rendirle homenaje en la primera jornada de la FIL
- Al homenaje acudieron las escritoras Carmen Villoro y Margo Glantz, su colega Élmer Mendoza, la actriz Karina Gidi y el director de teatro Daniel Constantini, con la moderación de José Carreño Carlón
Narrador, sí. Y uno de los mejores de la literatura mexicana contemporánea. Pero también poeta. Y pintor. Y dibujante. Y sibarita. Y dramaturgo. Todas estas facetas confluyeron en un mismo nombre: Fernando del Paso. Amigo, colaborador y cómplice de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, su asistencia estaba confirmada para la primera jornada de la FIL. Su fallecimiento hace unos días no cambió los planes: el escritor estuvo presente en la Feria gracias al recuerdo de sus amigos, que le rindieron un homenaje póstumo durante la presentación de La muerte se va a Granada, obra de teatro que fue puesta en escena hace unos años y cuyo libreto ha sido publicado por el Fondo de Cultura Económica.
Al homenaje a Fernando del Paso acudieron las escritoras Carmen Villoro y Margo Glantz, su colega Élmer Mendoza, la actriz Karina Gidi y el director de teatro Daniel Constantini, cuyas participaciones fueron moderadas por José Carreño Carlón, director del Fondo de Cultura Económica. Al presentar la mesa, Carreño Carlón señaló que “a Fernando lo extrañamos porque deja un hueco, pero sobre todo lo celebramos”. Luego, le dio la palabra a Karina Gidi, quien realizó una lectura dramatizada de fragmentos de La muerte se va a Granada, obra de la que José Carreño destacó el ritmo y su musicalidad.
“Para los que hacemos teatro es importante siempre mostrar lo mejor de nosotros, porque no sabemos quién está viendo nuestro trabajo”, señaló Daniel Constantini, quien compartió cómo se dio su primer acercamiento con Del Paso hace doce años, cuando comenzaron los preparativos para el montaje de la obra del también autor de Noticias del Imperio. El director recordó cómo Fernando del Paso le dijo “Daniel, yo te pedí” para que dirigiera la obra, y señaló que “las palabras de don Fernando significaron mucho para mí, me dieron mucha seguridad”.
Particularmente emotiva resultó la intervención de Élmer Mendoza. Y es que el escritor sinaloense dio lectura a una carta dirigida al autor de Palinuro de México, en la que aprovechó para hacer comentarios elogiosos a sus obras. Calificó a Del Paso como “continuador de Joyce”, y dijo que en sus obras “las palabras son una fiesta improvisada, que siempre suelen ser las mejores. Hizo un referente creíble y poderoso de la literatura mexicana contemporánea”. Luego de cantar la letra de la canción favorita de Linda, la protagonista de la novela Linda 67, Mendoza concluyó con un sentido “gracias por darnos tanto”.
Al hacer uso de la palabra, Carmen Villoro afirmó que el autor de José Trigo había sido un ejemplar destacado del homo ludens, ya que reunía “el pensamiento, el afecto y la imaginación para integrar una inteligencia rica que se plasmó en el arte”. Agregó que “toda su obra es una celebración de la vida y una victoria sobre la muerte”, y concluyó diciendo que “todos tenemos algo que contar sobre él. Eso habla de su generosidad, su genio y su gracia. Feliz viaje, amigo de todos nosotros”.
La última intervención estuvo a cargo de Margo Glantz, quien recordó cómo en los años sesenta dedicó el número 5 de la revista Punto de Partida a analizar José Trigo, una “novela difícil que no fue bien recibida, aun a pesar de los elogios de Rulfo y Arreola”. Comentó que esa novela y Palinuro de México son “dos obras monumentales”, y lamentó que Del Paso ya no estará presente en el homenaje que le brindará la Universidad del Claustro de Sor Juana, en unos días.
La actividad concluyó con una última lectura de Gidi, y con un caluroso aplauso de los lectores congregados en el auditorio Juan Rulfo de la Feria.