- Aguascalientes obtuvo un puntaje general de 53.1, por debajo de la Ciudad de México, Querétaro y Nuevo León
- El ICE aborda seis temas centrales: 1) acceso transparente a recursos federales, 2) eficiencia energética y generación eléctrica limpia, 3) eliminación del papel en trámites de Gobierno, 4) generación de estadísticas confiables para mejorar los servicios de salud, 5) seguimiento puntual a las trayectorias profesionales de los egresados de educación superior y 6) rediseño de las políticas públicas de desarrollo social
El estado de Aguascalientes descendió dos posiciones en el Índice de Competitividad Estatal (ICE) 2018, que mide la productividad y el bienestar de los habitantes de las 32 entidades del país.
Según el análisis realizado por el Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO), Aguascalientes, Sonora, Oaxaca, Durango y el Estado de México cayeron en comparación con la edición 2016, aunque la entidad aguascalentense aún aparece dentro del top diez. Por el contrario, Querétaro, Coahuila, Jalisco, Baja California Sur y Quintana Roo mejoraron sus posiciones.
El ICE está compuesto por 98 indicadores, categorizados en 10 subíndices que evalúan dimensiones de la competitividad de los estados del país. Entre estos indicadores se encuentran temas como medio ambiente, sistema político, economía, gobiernos e innovación.
Aguascalientes obtuvo un puntaje general de 53.1, por debajo de la Ciudad de México, Querétaro y Nuevo León.
El indicador en el que resultó mejor evaluado es en el de Gobierno, en el que obtuvo el segundo puesto. En Derecho e Innovación, ostenta el cuarto lugar nacional; en Medio Ambiente, el quinto y en Sociedad, Factores y Economía, el sexto. Los aspectos con la calificación más baja son Relaciones, Precursores y Sistema Político, en los que se ubica en las posiciones 12, 13 y 14 del ámbito nacional.
El ICE aborda seis temas centrales: 1) acceso transparente a recursos federales, 2) eficiencia energética y generación eléctrica limpia, 3) eliminación del papel en trámites de Gobierno, 4) generación de estadísticas confiables para mejorar los servicios de salud, 5) seguimiento puntual a las trayectorias profesionales de los egresados de educación superior y 6) rediseño de las políticas públicas de desarrollo social.
Con ello se mide la capacidad de los estados y las ciudades para generar, atraer y retener talento e inversión que detonen la productividad y el bienestar de sus habitantes: “Una entidad competitiva se traduce en mayor productividad y bienestar para sus habitantes, y para ello se evalúan tanto capacidades estructurales como coyunturales, así como la capacidad para generar, atraer y retener talento e inversión, de acuerdo con el documento presentado este lunes”, se lee en el documento.
El IMCO también presentó el estudio “¿Ahora con quién me enojo? Herramientas de exigencia ciudadana”, en el que señala que los mexicanos estamos molestos, por no ser el centro de las decisiones tomadas por la autoridad. “Para poder exigir más, los ciudadanos necesitamos mayor información de nuestras autoridades locales, de este modo demandaremos bienes y servicios públicos de calidad en nuestras regiones”.
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