La basura bajo la alfombra
Mientras la presidenta municipal María Teresa Jiménez continúa los recorridos por las distintas colonias de Aguascalientes dando a conocer las acciones de su segundo año de gobierno, de pasadita habla del compromiso que tiene con las mujeres y la eliminación de la violencia. El tema sigue siendo una losa que mantiene inmóvil a su administración por la falta de acciones efectivas, de voluntad política y sobre eso, el limitado y desperdiciado recurso presupuestal, ojalá un tantito de lo que está gastando la alcaldesa en promover su imagen hubiera sido destinado a prevenir y atender verdaderamente la violencia contra las niñas y las mujeres.
Pese a que las estadísticas dan sustento a la realidad que viven cientos de miles de mujeres del municipio se encuentran por todos lados, sigue sin quedar claro el compromiso real, en cambio lo que si escuchamos es una serie de discursos conformistas para evadir el escandaloso tema, la realidad, 70% de las mujeres han vivido violencia severa en la pareja. De acuerdo con La Jornada Aguascalientes, el problema del acoso sexual tiene graves cifras que siguen creciendo y quizá por vergüenza, por falta de poder de las víctimas, pero en buena medida porque los mecanismos institucionales carecen por completo de capacitación y sensibilización para atender y dar una solución justa a las mujeres que lo padecen. Donde incluso la misma Comisión Estatal de Derechos Humanos de Aguascalientes admite que ha recibido denuncias de acoso sexual de al menos 3 universidades y antes de que se enjuaguen las manos desde el municipio vale decir que todo aquello que ocurre en territorio municipal pertenece a su ámbito. Cualquiera con un poco de razón ya hubiera propuesto la vinculación con los distintos niveles educativos para prevenir el acoso y hostigamiento sexual, una campaña verdaderamente fuerte, efectiva y sin tregua contra el acoso en todos los ámbitos pero tres principales: laboral, escolar y callejero. O qué no vieron a las jóvenes que se manifestaron el domingo 25 de noviembre con sus limitados recursos materiales en un momento colocaron en la sociedad hidrocálida un tema a discusión el acoso y la violencia contra las mujeres debe detenerse. Pero la falta de respuesta institucional eficaz es parte del polvo que se busca ocultar.
Nos cambiaron las flores, por tarjetas y botones
Lo que parece evidente para la mayoría de las personas con cierta sensibilidad en el tema de la violencia contra las mujeres, pasó inadvertido para esta administración municipal. ¿Será que verdaderamente se les fue sin querer tremenda omisión que excluye a miles de mujeres? Y sin pensarlo lanzaron como acciones primordiales el uso del botón naranja y una tarjeta para descuentos. O la intención es guardar bajo la alfombra del municipio la basura. No remover las aguas con el grave tema de la violencia que viven las mujeres porque para la alcaldesa ha comenzado el tiempo electoral o expliquen porque en la página del Instituto Municipal de la Mujer de Aguascalientes lo que se promueve es la entrega de dos mil calentadores solares, la rehabilitación de los barrios mágicos y sus 40 millones invertidos, los mil 198 millones de pesos en obra pública, pero del tema de la violencia contra las mujeres, nada. Un silencio peligroso, ignominioso de la alcaldesa Teresa Jiménez que es quien dicta Órdenes en las dependencias y les impone su agenda política.
Absolutamente todos los espacios del gobierno municipal se han vuelto una propaganda electorera, los 150 millones de pesos en concreto hidráulico aunque por todo el oriente de la ciudad rellenan los hoyos con tepetate. Es una burla que se entre mezcla de ventaja rumbo a su reelección, triste que se embarre la lucha de las mujeres para erradicar la violencia con el uso de su IMMAGINA Promo (que tuvo un costo nada despreciable de 100 mil pesos del fondo directo municipal), o con pulsar el botón naranja de tu teléfono inteligente y ¡Zas! Por arte de magia la violencia se detiene y de paso una selfie con tu agresor.
Tú eres Aguascalientes, el corazón de México
Así que, estimadas lectoras, amigas, compañeras y vecinas, salgan corriendo a contarles a las otras mujeres, niñas y adolescentes, vayan todas listas para pulsar su botón naranja y nada de pretextos de que no hay saldo para el celular o que su teléfono ya es viejo y no trae ni whatsapp y peor aún que no hay ni para el celular. Vamos, chicas, pongan algo de su parte, ¿para qué denunciar la violencia? Mejor váyanse al spa, que ahí las cuiden y les apapachen las heridas, luego salgan y vayan a la tienda de ropa de su preferencia o renten una noche con el galán en turno en los hoteles preferidos, una comida deliciosa o una cena romántica en los mejores restaurantes para levantar la autoestima, y si de plano se sienten muy, pero muy mal, vayan con el médico especialista, revísense y luego corran a hacerse sus exámenes médicos en los laboratorios más nice. Eso, queridas mías, dejemos de ser las víctimas y lo podemos lograr si solo lo IMMAGINAmos. Y por favor no olviden, por nada se les ocurra esta semana, romper la dieta para bajar de peso, solo frutos verdes y que nadie, ninguna falte a las clases sobre el uso de faja, los tacones, el maquillaje, los buenos modales, que aunque andemos bien fregadas recuerden que hay que saber agacharse con propiedad.
Qué emoción, voy a ir corriendo con mis vecinas de la comunidad, al rato que lleguen de su trabajo en la ladrillera, también con las mamás adolescentes que se la pasan encerradas todo el día en su casa y con Juana que a sus 63 años nunca ha tenido un aparato para poder escuchar y aunque no hable, que importa, también la invitamos, y Francisca a ella le voy a decir que al menos hoy no se meta la contenedor a sacar comida y ropa porque tenemos buenas noticias, para todas, hay buenas noticias, tarjetas y botones contra la violencia. Que no ven que somos Aguascalientes, el corazón de México. (Risas pagadas y grabadas).
@Chuytinoco