- La lactancia es un derecho que tienen las mujeres de amamantar a sus hijos y ellos a recibir nutrientes de su madre
- Más de 800 mil niños podrían salvarse anualmente si los países asumieran la tarea de entender este asunto como una cuestión de Estado.
La diputada federal Sylvia Garfias Cedillo apoyó el Punto de Acuerdo para exhortar al Poder Ejecutivo federal a suscribir los convenios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en particular el Convenio sobre la Protección de la Maternidad (núm. 183) referentes al cumplimiento del derecho a la lactancia de las mujeres trabajadoras.
El Punto de Acuerdo fue presentado durante la sesión ordinaria de la LXIV Legislatura celebrada en la Cámara de Diputados y aprobado por unanimidad de los presentes.
Garfias Cedillo fue líder de la Liga de la Leche Aguascalientes, en donde promovió la lactancia materna y el derecho a ejercerla de manera segura y cómoda para las trabajadoras.
De acuerdo a las Naciones Unidas sobre el Derecho a la Alimentación, la lactancia es un derecho que tienen las mujeres de amamantar a sus hijos y ellos a recibir nutrientes de su madre para contar con una alimentación adecuada y cuidado de la salud, ambos objetivos planteados en la Agenda 2030 de las Naciones Unidas.
En 2016, las Naciones Unidas sobre el Derecho a la Alimentación, el Derecho a la Salud, el Grupo de Trabajo sobre la Discriminación contra la Mujer y el Comité de los Derechos del Niño lanzaron un llamado para proteger a los niños y a sus madres y facilitar prácticas óptimas de alimentación, además de tomar todas las medidas necesarias para proteger, promover y garantizar el amamantamiento y detener la promoción inapropiada de los sustitutos de la leche materna. Más de 800 mil niños podrían salvarse anualmente si los países asumieran la tarea de entender este asunto como una cuestión de Estado.
Entre las recomendaciones se encuentra reconocer legalmente el derecho de todas las mujeres, niños y niñas a la nutrición y a la salud; proveer adecuados permisos de maternidad (por al menos cuatro meses pero preferiblemente por al menos seis meses), después del parto para facilitar la lactancia materna exclusiva; proveer horarios flexibles de trabajo -por ley- para las madres que regresan al trabajo, incluyendo intervalos para amamantar; y proteger los derechos de las mujeres a amamantar en público, entre otros.