- Deben suspenderse licitaciones y contratos públicos a empresas involucradas en actos de corrupción, así como imposibilitarlas de recibir recurso, desde que hay una denuncia en su contra
- Para el combate a la corrupción se debe trabajar en la prevención y represión para reconstruir la integridad de las funciones públicas
En materia de corrupción, el problema es generalizado en el ámbito global; en mayor o menor medida, en todos los países se cometen acciones desleales y abuso en el ejercicio del poder, por parte de los funcionarios públicos en turno, por lo cual es necesario que se sumen todas las esferas de la sociedad civil, desde el sector empresarial hasta la ciudadanía en general, para crear redes que permitan hacer un combate real contra la impunidad que impera en los gobiernos en el mundo, de la cual ninguna entidad escapa.
Es el caso que, en los Foros Regionales de la Consulta Pública Política Nacional Anticorrupción, el profesor de Sociología de Organizaciones Criminales en la Universidad de l’Aquila, Francesco Forgione, detalló sobre casos de corrupción que se viven en su natal Italia, y que no distan mucho de lo que sucede en México.
Durante su ponencia El combate a redes de corrupción, la experiencia mundial, enfatizó la necesidad de que se haga conciencia en la población de lo importante que es que coadyuven con los sistemas y organismos de combate a la corrupción, para que se puede hacer un frente común en el afán de abatir, en la medida de lo posible, estos actos que quedan impunes y que aniquilan a las naciones.
“Donde el sistema es corrupto, hay menos inversiones de empresas extranjeras; dicen que invertir en Italia es muy complicado, por esta situación”; el catedrático sentenció que la corrupción influye en la reducción de la tasa de crecimiento y desarrollo de los países.
La percepción generalizada de la ciudadanía es que el principal problema en los gobiernos es el grado de corrupción; Francesco Forgione apuntó que al menos en Italia, el 97 por ciento de la población señala que de lo que más adolecen, es de situaciones de este tipo, a la par del crimen organizado, que condiciona la libertad de los mercados productivos en general.
Sin embargo, destacó que es incongruente, que casi el mismo porcentaje, el 98 por ciento, piensan que es normal acceder a sobornos, desde pagar la llamada mordida por no ser multados, hasta el costo que implica condicionar licitaciones a cambio de moches y obtener servicios en rubros como la salud, actos de la administración pública, educativos, entre otros, por el pago de una cuota, “Sólo el 2 por ciento de la población lo ve mal y dice que lo ha hecho; sólo el 4 por ciento de los empresarios admiten que lo han hecho”.
El académico recalcó que la dimensión de la corrupción sistémica obedece y va en función de los intereses de los actores en el ejercicio público; corruptos y corruptores están implicado en este ejercicio y lo ven favorable, por desgracia, sí van a obtener un beneficio dentro del mismo sistema.
Ante ello, urgió a que se opere en la lucha contra la corrupción, desde tres dimensiones, en el plano económico, en la transparencia y en la libertad de mercado, obedeciendo al principio de la libre competencia, para garantizar el crecimiento de la población en términos de desarrollo social, ya que esto favorecerá el que se cuente con un país cuyo sector económico sea sano y atractivo para las inversiones extranjeras y la potencialización en todos aspectos: “Cualquier país depende de su forma de financiamiento, hay un sistema de incompatibilidad de los cargos públicos, por la resistencia de la publicidad de documentos de la administración pública para afirmar las formas de control público de los procesos”.
Francesco Forgione puntualizó que esto va de la mano con un comportamiento ético por parte del sistema empresarial; se requiere de una herramienta de prevención y revisión de los procesos de licitación y asignación de obras y todo lo que se refiere a proveedores de los gobiernos.
Explicó que en el caso en que lo amerite, la empresa puede recibir una sanción punitiva y administrativa, así como la suspensión de las licitaciones y contratos públicos y la imposibilidad de recibir recurso, cuando hay una denuncia, no hasta que concluye el proceso; acciones que se deberían replicar en México: “Debe hacer justicia preventiva, no sólo penal y reparativa; todos sujetos empresariales e institucionales que reciben o tienen control de dinero público, en Italia están sujetas a la aplicación de normas de transparencia en el plano anticorrupción”.
El experto en organizaciones criminales señaló que en su país se cuenta con un sistema de control anual en materia anticorrupción, un código de comportamiento de funcionarios respecto de las obligaciones de transparencia, en donde se incluye el acceso a sus contratos de trabajo y el tabulador de salarios que perciben; además, dijo que hay un sistema de estimulación para que los trabajadores denuncien los ilícitos, con una legislación de premiación.
“Esto no determina una posición de poder, en el mismo sistema de relaciones con empresas y con política, está la publicidad de todas las informaciones relativas a contratos, licitaciones y organización de la empresa, como forma de prevención”, indicó sobre estrategias suspicaces para evitar, en la medida de lo posible, actos de corrupción.
Señaló que en cuanto a la justicia que se debe garantizar sobre los actos de corrupción, es fundamental que el sistema judicial actúe en contra de quienes son acusados de participar en la llamada mafia del poder; se debe castigar el delito de corrupción, de acuerdo a su gravedad, por más mínimo que sea.
Para ello, urgen ministerios públicos, fiscalías, órganos de control interno y de auditorías, que sean independientes y autónomos; Francesco Forgione detalló que Italia, “el 30 por ciento de la opinión es por el parlamento, no se eligen por una mayoría política; los diputados y el Senado deben acordar en conjunto, para que no se determinen estos cargos por influencia de mayoría política”.
Exhortó a los gobiernos y sobre todo a las distintas esferas sociales, a que se ponga un alto a los actos de corrupción; por mucho tiempo han sido considerados como algo normal. “Hay que pagar para un certificado, para no recibir una multa”.
Enfatizó que, en tema anticorrupción, hablar sobre prevención y represión, implica reconstruir la integridad de las funciones públicas, con un programa de formación en ética y un código de comportamiento.