Durante esta semana se ha llevado a cabo el ELEA -Encuentro Latinoamericano de Estudiantes de Arquitectura- el cual data de una larga y prestigiosa tradición en nuestro continente, surgido en el Centro de Estudiantes de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de la República del Uruguay hace más de tres décadas en donde la comunidad estudiantil asumió el objetivo de originar acciones concretas para el intercambio cultural entre estudiantes, docentes y profesionales cercanos al país, con el pasar de los años se extendería a toda Latinoamérica, cada año un país es sede del encuentro donde se desarrollan conferencias magistrales, talleres de acción urbana y social, charlas de especialistas y gente de la comunidad, workshops alternativos y diferentes eventos de carácter académico bajo la mirada de la cooperación, el intercambio de ideas y la conexión de metodologías y prácticas con respecto a la arquitectura prioritariamente. También habrá que escribirlo el encuentro suscita una agenda transversal de los propios estudiantes con tertulias y trasnoches épicas recorriendo calles y lugares recónditos por descubrir en medio de la noche, las reuniones informales más allá de lo académico han originado las más delirantes historias -que en otra ocasión bien podremos escribir-.
Los estudiantes de arquitectura de toda Latinoamérica han logrado hacer de este Encuentro un punto clave para pensar la disciplina y las problemáticas regionales, involucrando universidades, instituciones y organizaciones que han integrado a sus comunidades para discutir la arquitectura y su importancia en el desarrollo social, cultural y económico. Su impacto positivo es tal que ha logrado posicionarse como uno de los principales eventos del año en esta disciplina de manera académica, es interesante e importante destacar que la organización, su implementación y los recursos están gestionados solamente por estudiantes que se integran en delegaciones regionales a fin de coordinar todo lo relacionado con el Encuentro manteniendo una organización internacional con delegados, representantes, comunicadores y staff, la mayoría de los organizadores en estos días se conocieron por primera vez en persona aunque han pasado meses trabajando arduamente de manera voluntaria en vista de un bien común. Es así como los jóvenes estudiantes han logrado solidificar una organización permanente, abierta y sin fines de lucro integrada por escuelas y facultades de 18 países latinoamericanos como miembros.
Cada año se designa la ciudad sede del próximo Encuentro, dato no menor, ya que la designación responde a colocar en el centro del debate y la reflexión a la ciudad o el lugar elegido, promoviendo temáticas referentes a sus problemas particulares proponiendo soluciones para poder intervenir los espacios, proyectar dinámicas de mejora urbana, integrando, concientizando y en muchos de los casos educando a sus habitantes. Esta reunión de hasta cinco mil estudiantes en los encuentros más concurridos también promueve la sede de manera turística y el descubrimiento de la cultura del lugar, así la sede y sus habitantes conviven durante una semana con jóvenes de diversos países, con diferentes orígenes y visiones de la arquitectura que están pensando y trabajando para ellos, en su urbanidad, en sus plazas, sus calles y su contexto. Las sedes han sido tanto las grandes capitales como lugares menos densificados, en su larga lista figuran Brasilia, La Habana, Santo Domingo, Maracaibo, Cali, Asunción, Guadalajara, Córdoba, Managua, Arequipa, Tucumán, Coquimbo y Aguascalientes por mencionar algunas.
Este año por primera vez y después de 32 encuentros celebrados la sede es Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, con la participación de cientos de estudiantes de los 18 países miembros y de diversas regiones del país. Ha sido una semana efervescente, llena de energía y dinámica propia del espíritu del estudiante -cualquiera que sea la edad- el encuentro ha generado disfrutar intercambiar ideas, proyectos y concepciones de nuestras regiones, de nuestras grandes ciudades y de nuestros pequeños pueblos, pensando sus problemáticas, sus retos y desarrollando sus posibles soluciones, resulta particularmente alentador el observar el crisol cultural latinoamericano trabajando en un objetivo común para una región particular o sobre una problemática específico, aquí es importante plantear la integración como parte fundamental para el beneficio de nuestra región, debajo de la trama del encuentro subyacen temas profundos con relación a la unidad Latinoamérica, la juventud y su identidad.
Precisamente la temática que focalizó este Encuentro y que varía año con año según el lugar fue Crisis de Identidad ¿crisis de identidad en la arquitectura Latinoamérica? ¿el estudiante se enfrenta a una crisis con respecto a su origen regional y este se plasma en su trabajo, en nuestras ciudades y la manera de concebirlas? Los resultados han sido interesantes, sin embargo es muy pronto para trazarlos, están muy frescos -escribo esta columna en las pocas horas de descanso durante la última semana- pero sin duda merecerán poderlos reflexionar y escribir desde una óptica que con este encuentro se ha abierto, nutrido y transformado, no hay nada más motivante que los estudiantes y su capacidad de autogestión de conocimiento, de empuje, su dinamismo intelectual y su responsabilidad por asumir los retos de la región a la que pertenecen y que llamamos hogar.
Surgido en una mítica Facultad del Uruguay como un Encuentro que pretendía dejar un legado y establecer una crítica permanente para nuestras comunidades y nuestra región, ahora en su actualidad podemos afirmar que entre sus tantos sentidos está el encuentro de las ideas y su capacidad de organización para repensar nuestra unión latinoamericana con los más jóvenes edificando el futuro.
mi nombre es pablo vazquez avisenme cuando tengan evento en guadalajara envienme temas de turismo y gastronomia ami correo porfavor [email protected] gracias