- El mensaje fue claro y contundente: las mujeres no deben atreverse a participar en asuntos públicos
- Candidatas no tuvieron piso parejo para contender
En el proceso electoral 2018, la presencia de las mujeres en el ámbito político sigue sin ser “bien visto” para quienes ostentan el poder, por ello en el pasado proceso electoral se propició un incremento considerable de actos violentos, lo que obliga al país a entrar en un proceso de reflexión.
Así lo manifestó Josefina Meza Espinosa, presidente del Frente Político Nacional el Mujeres, quien destacó que, si bien la Paridad de Género como principio constitucional fue el eje rector de los partidos políticos para la elección o designación de las candidaturas a cargos federales y locales y se registraron a igual número de mujeres y hombres para tratar de ganar los espacios de toma de decisiones, muchas mujeres que participaron en las pasadas elecciones nunca más volverán a hacerlo.
Apuntó que en muchos estados de la República Mexicana el mensaje de los hombres que ostentan el poder fue muy claro y contundente: las mujeres no deben atreverse a participar en asuntos públicos; pues ello propicia un incremento considerable de actos violentos, causándoles graves daños sicológicos, emocionales, económicos, patrimoniales, comunitarios y en su integridad física.
Desde su perspectiva, los partidos políticos en México también ejercieron violencia política al designar y elegir a mujeres que “usaron para rellenar sus listas, quienes debieron ser previamente empoderadas, formadas, capacitadas y sobre todos acompañadas por la estructura de sus partidos, la activista señaló: “Nos dejaron solas, sin recursos económicos, sin asesoría legal y financiera, sin equipo ni estructuras, las cuales fueron a acompañar a los hombres candidatos, ya que las consideraban campañas más atractivas y ganadoras”.
Apuntó que todo lo anterior obliga necesariamente a las mujeres, y personas en la política en general, a entrar en un proceso de reflexión y análisis, que permita iniciar acciones desde el ámbito privado y hasta el ámbito público, en las instituciones, en los partidos políticos, en la academia y en todos los espacios, “es necesario, para evitar que las mujeres que ejercemos nuestros derechos político-electorales seamos víctimas de violencia política”.
En su experiencia, los partidos políticos confundieron la equidad con la igualdad, pues en el momento de otorgar el insignificante recurso económico no consideraron que las mujeres tienen menos recursos económicos y no tienen igualdad en acceso a los bienes, “así que hicimos campañas sin dinero, sin equipos, sin medios de comunicación y sin piso parejo para contender”.
A pesar de todo lo anterior, Meza Espinoza considera que en México están cambiando las cosas, la radiografía política, pues después del 1 de julio, por primera vez en la historia del país se conformaron cámaras paritarias; en el Congreso de la Unión, la Cámara de Diputados se integra por 49.2% de mujeres y 50.8% de hombres; mientras que en Senado 50.2% son mujeres y 49.2% varones. En 27 estados se renovaron los congresos, en ellos el 46.7% de las curules serán ocupadas por mujeres.
“Como sociedad no podemos permitirnos que las mujeres que decidimos participar el política seamos víctimas de violencia política por razones de género”, reiteró Josefina Meza Espinosa, quien en las pasadas elecciones fue candidata de la coalición Todos por México (PRI, PVEM y NA) a una diputación local en Querétaro; ella detuvo su campaña proselitista luego de haber recibido amenazas de muerte; ahora es activista y trabaja para prevenir y enfrentar la violencia política de género.