El evento detonante de una fulgurante controversia pública fue el despliegue mediático en torno a la boda religiosa y banquete amenizado de César Yáñez con Dulce Silva, quien fuera vocero de Andrés Manuel López Obrador por 23 años, que se celebró el 29 de septiembre. La nota exclusiva de la celebración apareció esta semana en la revista ¡Hola!, que muestra en la portada una fotografía de los recién casados, así como una en la que aparece López Obrador del brazo de su esposa, Beatriz Müller, en el evento. De acuerdo con la revista ¡Hola!, la ceremonia de la boda del virtual coordinador General de Política y Gobierno se celebró en la Capilla del Rosario, y fue oficiada por monseñor Víctor Sánchez Espinoza, arzobispo de Puebla. (Fuente: Animal Político, octubre 4 2018 19:02. https://goo.gl/u7yfpd)
Reseña la misma nota: “En la recepción, preparada para 600 invitados, estuvieron el gobernador de Puebla, Antonio Gali, así como varios miembros del equipo del presidente electo, entre ellos Manuel Bartlett, futuro titular de la Comisión Federal de Electricidad; Esteban Moctezuma, próximo secretario de Educación, y Alfonso Romo, quien fungirá como jefe de gabinete de López Obrador. Y abunda: Durante la fiesta, que fue amenizada por Paco de María y su Big Band, Los Ángeles Azules y el grupo Matute de Jorge D’Alessio, también estuvieron presentes el gobernador interino de Chiapas, Manuel Velasco, acompañado de su esposa Anahí, y Ricardo Monreal, coordinador de Morena en el Senado, entre otros. El juicio político no se hizo esperar: A través de redes sociales, diferentes usuarios y políticos como Jorge Álvarez Máynez y Fernando Belauzarán criticaron la boda, debido a que, desde que estaba en campaña, López Obrador hizo hincapié en que su gobierno sería austero, y a su parecer lo que puede observarse en las imágenes de la fiesta es ‘incongruente’” (O. cit., ut supra).
En verdad, sí me ha sorprendido la intensidad y la duración pública de este debate. Y la razón es que se trata de un conflicto real de fondo y forma. Es obvio que la inmediata auto-exculpación del presidente electo y miembros destacados de su próximo gabinete, denotan ese grave desajuste entre austeridad y ostentación, pretendida pertenencia de clase y situación real de clase; inserción o no a un “bloque histórico” que a querer o no ya forman como gobierno electo y próximo a instalarse, en apego al Derecho Positivo mexicano.
Para poder aclarar o situar epistemológica y axiológicamente este asunto controversial, debo invocar ciertos principios teóricos, éticos y metodológicos fundamentalmente en torno al análisis de la cultura.
1) El primero, de tipo noético (del conocimiento) resulta inherente a la dimensión humana. Lo propone Teilhard de Chardin en su obra La Activación de la Energía, 1967: -“Sin que nos demos cuenta, aumenta constantemente un desfase inquietante entre nuestra vida moral y las nuevas condiciones creadas por la marcha del Mundo”, y es el fenómeno de lo humano. Ahí en el medio de la evolución universal, está el hombre; pero inmerso en un mundo de complejidad cada vez mayor de lo social, de lo político, de lo económico.
Expliquémonos, esa naturaleza humana que se concretiza en un solo hombre y una sola mujer ya es de por sí un fenómeno inédito en el Universo cósmico, pero a ello añadámosle el ser humano organizado en una red inmensa de relaciones sociales que fundan sus sistemas de producción y consumo, sus sistemas de organización societal bajo una autoridad suprema que es el Estado y que identificamos como relación política fundamental.
Y pasa a tocar el núcleo más sensible: La urdimbre increíblemente compleja de la cultura con base en la comunicación simbólica de la Palabra, el sentido, el significado, o simplemente dicho el poder de los símbolos, todo ello hace endiabladamente más compleja la explicación del hombre en este Mundo, entendido como totalidad. (LJA. Opciones y Decisiones. Intramundanos. Prospectiva, el hombre como eje de una integración superior. Sábado 26 de Marzo, 2011).
Estas solas afirmaciones bastarían para fincar un análisis objetivo de lo que está en juego, cuando se trata de la compleja relación entre el individuo y la sociedad, entre “lo privado” y “lo público”. En donde no podemos menospreciar su relación auténticamente dialéctica, es decir, pendular -del uno hacia el otro-; y su exigencia existencial de no hacerlos “dicotómicos”, duales, separados. Esto sería un puro maniqueísmo. Punto. Por lo que para el Padre Teilhard de Chardin, ambas dimensiones son irrenunciables, no son dispensables al resto humano, ambas son condición indispensable para su pleno cumplimiento.
2) Constituirse en gobierno, positiva y constitucionalmente, es conformarse como un “bloque histórico”. – Teoría cuyo concepto teórico “bloque histórico” / o bloque en el poder, es acuñado gracias al trabajo precursor de análisis de Antonio Gramsci, que fuera luego retomado por destacados politólogos, y puesto en una admirable síntesis por Hugues Portelli (autor de Gramsci y el bloque histórico. Siglo XXI Editores. Primera Edición en español, 1973). Pues bien, gracias a esta lectura científica, si aceptamos tal estatuto de las Ciencias Sociales, podemos desmontar de manera sistemática los componentes de esa imagen caótica que ahora nos impacta desde la escena política mexicana, para poder entender mejor su dinámica y estructura objetiva, que sin duda está allí detrás del fuego fatuo que nos encandila; también nos sirve para medir sus alcances sociales y consecuencias. (LJA. Opciones y Decisiones. A pausados sorbos de café. Sábado 7 de octubre, 2017).
De acuerdo a este enfoque, todo político en activo queda integrado, quiéralo o no, al bloque en el poder al que pertenece; de manera que su acción o manifestación pública tiene relación directa con el grupo de pertenencia, no vale pretensión alguna de querer separar “lo público” de “privado”, porque una cosa implica a la otra, y no puede cohabitar en una dualidad artificial de su expresión cultural, entiéndase de los símbolos de poder que ostenta en uno o en otro ámbito. Igual criterio es aplicable al líder (llamémosle histórico) -caso del presidente electo- respecto de sus alternos o subordinados; todos a una forman ese bloque histórico específico. No vale citar “la responsabilidad de cada quién sobre sus actos”; lo actuado por uno repercute en los demás y viceversa. Por tanto, “exculparse” de las responsabilidades de los otros, no cabe, se es miembro total, a todas luces de todo, en todos; por ello es “bloque”, por ello es “histórico”.
Al final, “la subvaloración de este carácter orgánico acarrea graves errores políticos” y la esfera de la cultura o de las relaciones simbólicas de la sociedad que permiten cohesionar el todo social, también llamada la Ideología dominante e ideologías subalternas (clases y subclases alternas), forman un todo. Son orgánicas.
3) El tercer criterio de referencia es la muy equívoca y ambivalente división entre “las derechas” y “las izquierdas” / lo liberal y lo “marxista” o socialista. En este punto nos referimos a un enfoque principalmente metodológico.
Tanto en México, en el ámbito nacional, como en Aguascalientes, en el ámbito local, se sigue manteniendo esa ruptura inútil entre “las derechas” y “las izquierdas”, que no es sino una distinción torpe, supina, miope, individualista cuya visión es alentada desde los partidos políticos militantes; mediante la cual se pretende concretar, estableciendo grados de más o de menos, dentro de un solo y único continuum de las relaciones políticas, sociales y económicas. Un autoengaño que pretende hacer lo diferente de lo que en la realidad histórica y social es lo mismo. Es una construcción voluntarista que, al final, sólo produce rezagos sociales y retrasos inadmisibles a un futuro de desarrollo esperanzador y deseable para todos.
Es tan falaz como los cantos de sirena, que niegan los avances pequeños o grandes que logran unos, pero que luego son pisoteados por los otros. Una falsa dialéctica histórica. Por ejemplo, la reforma educativa instrumentada por esta Administración es falsa, improcedente, anti-histórica, “está muerta”… Pero, la nuestra es verdadera, histórica, válida… (?).
Parecen decir: la salvación viene conmigo, el diluvio con ellos. Lo verdaderamente intolerable de estas visiones achatadas del mundo, es ese su narcisismo egoísta y ególatra que produce en los hechos y en el todo social, centenas de miles o millones de pobres, sin ningún escrúpulo; para sólo ofrecernos paliativos y paraísos en un mundo futuro inexistente, postergado como salvación universal.
Y, finalmente, invoquemos el texto del Artículo 24 Constitucional, “(Reformado primer párrafo mediante decreto publicado el 5 de junio de 2013). Toda persona tiene derecho a la libertad de convicciones éticas, de conciencia y de religión, y a tener o adoptar, en su caso, la de su agrado. Esta libertad incluye el derecho de participar, individual o colectivamente, tanto en público como en privado, en las ceremonias, devociones o actos del culto respectivo, siempre que no constituyan un delito o falta penados por la ley. Nadie podrá utilizar los actos públicos de expresión de esta libertad con fines políticos, de proselitismo o de propaganda política. El Congreso no puede dictar leyes que establezcan o prohíban religión alguna. Los actos religiosos de culto público se celebrarán ordinariamente en los templos. Los que extraordinariamente se celebren fuera de éstos se sujetarán a la ley reglamentaria.
Con esto queda zanjado el derecho individual o privado de profesar la fe o religión que se desee; no así si se utiliza como propaganda política dicha práctica religiosa. Tampoco exonera a nivel cultural, de lo que ya dijimos, el sentido emblemático de símbolos de poder que son adscritos a un bloque histórico, ahora en el poder.