- El delegado de Conagua confirmó que explotación del agua contribuye al hundimiento de la ciudad
- “El 100 por ciento del hundimiento no está dado por la extracción del agua sino por la carga, el tiempo y las condiciones del subsuelo”, Cárdenas Denham
El delegado de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Octavio Cárdenas Denham, confirmó que la extracción de agua de los mantos acuíferos propicia el hundimiento de la ciudad, sin embargo aclaró que la construcción de los edificios y el tipo de suelo son también factores que deben tomarse en cuenta.
La última semana de agosto 2018 la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) anunció la detección de progresivo hundimiento de una superficie en por lo menos nueve ciudades del país: Aguascalientes, Ciudad de México, Querétaro, Toluca, Celaya, Morelia, San Luis Potosí, Mexicali y Durango, debido a la extracción excesiva de agua del subsuelo y la construcción en sitios no adecuados, con un hundimiento aproximado de cinco centímetros anuales habiendo zonas donde esto se pronuncia con hasta 19 centímetros al año según Jesús Pacheco Martínez, investigador de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA), según información publicada por Hilda Hermosillo en La Jornada Aguascalientes.
Pese a lo anterior, el secretario del Colegio de Geólogos, Arturo Sotelo Rodríguez, afirmó que el hundimiento no se debe principalmente a la extracción del agua del subsuelo, sino a que el Valle de Aguascalientes que está situado sobre una fosa tectónica que tiene 18 millones de años de estarse hundiendo, así como al deterioro de las edificaciones.
El titular de Conagua en el estado afirmó que Aguascalientes no es la única ciudad del país y del mundo que sufre de estos efectos que se incrementan o son minimizados en función a la consistencia del subsuelo del entorno así como a la sobreexplotación del acuífero.
Sin embargo, Cárdenas Denham comulgó con Sotelo Rodríguez al indicar que el hundimiento es fortuito, por lo que resulta apremiante que los procesos de construcción y los reglamentos tomen en cuenta esta situación para mejorar las estructuras, “No porque la ciudad se hunda tenemos que dejar de vivir aquí, tendría que ser un caso extremo que nos lleve a dejar de estar habitando la ciudad”.
De cualquier manera el delegado pugnó por tomar las medidas pertinentes para disminuir el hundimiento como evitar la sobre explotación de los mantos acuíferos, mejorar las capacidades técnicas para los modelos de construcción y hacer un permanente monitoreo del hundimiento tener un semáforo que indique los niveles de peligro.
Al momento, apuntó Cárdenas Denham, el Estado de Aguascalientes extrae entre 450 y 550 millones de metros cúbicos de agua de los mantos al año para todos los tipos de uso. De esta cantidad de agua el uso público significa entre el 11 o 12 por ciento mientras que entre el 77 o 78 por ciento es de uso agrícola.
Según un promedio de cálculos de diferentes instancias y organismos, sin embargo, sólo entre un 45 y 55 por ciento del agua extraída regresa a los mantos, “No existe un estudio específico que nos haya dado una cantidad muy puntual”.
Si se llegase a un equilibrio entre lo que se extrae y lo que se regresa al subsuelo, comentó Octavio Cárdenas, teóricamente podría haber una detención en el hundimiento de la superficie, “Sin embargo, eso plantea otras condicionantes geológicas, pues el 100 por ciento del hundimiento no está dado por la extracción del agua, sino por la carga, el tiempo y las condiciones del subsuelo”.