Hace algunos años me encontraba en la ciudad de Montevideo, Uruguay, conversando con jóvenes universitarios. Una de las alumnas, orgullosamente me mostró un anillo que mostraba el rostro de Frida Kahlo y se declaró ferviente admiradora de la artista. Me comentó además, haber escuchado que la pintora aparecía en un billete mexicano. Le mostré el papel moneda con el rostro de Frida y Diego; ella y los demás muchachos se mostraron gratamente impresionados de que tuviésemos artistas en vez de políticos en las monedas. No se esperaban lo que venía, cuando les enseñé a Sor Juana y las primeras líneas de sus redondillas en el billete de 200 pesos, o el rostro del emperador poeta Nezahualcóyotl en el de 100. “En nuestros billetes solo aparecen dictadores”, fue su queja. Para mí fue inevitable sentir una enorme satisfacción de que finalmente nuestra Casa de Moneda hubiera elegido a nuestros artistas por encima de nuestros próceres para figurar en nuestro dinero. Ya han circulado por nuestras manos las caras de Hidalgo y Madero, Carranza y Doña Josefa, Morelos y Zaragoza. Hace muchos años tuvimos incluso a los Niños Héroes en un fugaz billete de 5 mil pesos y a don Justo Sierra en uno de 2 mil, felizmente desaparecidos. Nuestros abuelos recuerdan la muy larga permanencia del rostro de una tehuana en el billete de diez pesos y de una bailarina de vodevil en el de cinco pesos, que fueron personas reales, aunque desconocidas. Y esto me lleva a preguntarme ¿Quién decide la figura que aparecerá en nuestros billetes? ¿Por qué razón si ya parecíamos haber dejado a los gobernantes y colocar en su lugar a los artistas, decidimos o decidieron dar marcha atrás? Los dólares tienen toda la vida conservando a Washington, Lincoln, Franklin y Jackson en sus monedas, sin ningún cambio. Los ingleses continúan mostrando el rostro de su Reina Isabel, aunque actualizan las fotos para ir de acuerdo con la nonagenaria majestad. En los países que integran la comunidad del Euro decidieron simplificarse la vida y en los billetes solo aparecen monumentos. Solo en una tirilla lateral de manera tenue se aprecia el rostro de la Diosa Europa. Recientemente en Argentina han decidido mostrar imágenes de su flora y fauna, aunque persiste el rostro de su venerada Evita. Ahora nos encontramos con la novedad de que nuestros financieros, decidieron eliminar a los populares, admirados y queridos Diego y Frida y en su lugar colocar al Benemérito, cuya imagen ocupa cientos de miles de estatuas, monumentos y murales en todo el país. Y además ya estaba en un billete. Viéndolo así, ¿qué nos espera? Se irán también la Décima Musa, el Emperador Poeta, los murales y las pirámides prehispánicas? ¿Continuarán repitiéndose nuestros militares, presidentes y revolucionarios? Es difícil saberlo, porque continuamos preguntándonos ¿quién decide las imágenes de nuestros billetes? Ahora que se pondrán de moda las consultas populares ¿No sería bueno que opináramos al respecto?