- Tamaño de viviendas provocan que jóvenes gusten más de la calle
- Apuestan por programas artísticos y deportivos
Preocupa al alcalde de Jesús María, Noé Mata Atilano, los altos índices de violencia en los hogares de este municipio, la cual se traslada hacia el exterior, principalmente a las escuelas; por ello se canalizó un millón de pesos del programa Fortalecimiento para la Seguridad (Fortaseg) a programas de beneficio social.
Expuso que, de forma coordinada con los profesores de las escuelas, los cuerpos de Seguridad Pública y la Fiscalía General se desarrollan una serie de programas para prevenir los altos índices de violencia entre niños y jóvenes.
Aunque no tienen datos que surjan de alguna investigación respecto a las causas, Mata Atilano considera que en mucho tienen que ver el tamaño de las viviendas que cada vez son de menor dimensión, lo cual obliga a los más jóvenes a salir a la calle como único lugar de esparcimiento, inclusive hasta altas horas de la noche; situación que los hace presa fácil de personas que están en actividades antisociales.
El alcalde informó que junto con el Centro de Investigación y Docencia Económicas se realiza un análisis sobre cómo la Orquesta y el coro infantil de Jesús María para conocer de qué manera impacta de forma positiva ambos proyectos y cómo inciden en mejores niveles educativos y de reconstrucción del tejido social, cuyos primeros resultados se darán a conocer en diciembre.
Noé Mata señaló: “Creemos que sí ha impactado, por lo menos en los niños y jóvenes que forman parte de nuestra orquesta, pero también en su entorno familiar y de amistades; creo que se han convertido en un imán para todo su entorno y que llevan también beneficio en la ciudadanía”.
Otro de los proyectos con los que pretenden incidir de manera positiva entre los jóvenes de Jesús María son a través de las escuelas deportivas y la charrería, aunque el funcionario dijo estar consciente que los beneficios no se verán en el corto plazo, ni de un día para otro, pues los problemas de desintegración social no se resuelven mágicamente, sino con esfuerzos constantes, especialmente en los hogares.