A Noam Chomsky lo descubrí cuando estudiaba Ciencias de la comunicación con los Linces de Tlalpan, uno de los maestros lo refirió para estudiar temas de lingüística y me enganchó, pero cuando me percaté que más que lingüista es un teórico universal, además de activista, no pude resistirme a seguir su obra, la cereza fue saber que era un “bicho” raro de su especie, es gringo, de Filadelfia para ser exactos. Cómo buen activista y filósofo tiene una manera muy clara de ver y plasmar los fenómenos sociales, no sólo en su país, en todo lugar donde hay personas gobernadas; el 14 y 15 de noviembre del año pasado visitó la Máxima casa de estudios para hablar sobre “Los acosos a la civilización de muro a muro”. Hoy apelo a la sapiencia del Maestro Chomsky estimado lector para tratar de entender un fenómeno que no es nuevo, que día a día se repite en esta sociedad tan peculiar (por cierto) y que se deja deslumbrar por los espejos que los españoles cambiaron a los nativos de estas tierras por piedras valiosas.
Dentro de toda su literatura el Dr. Noam Chomsky elaboró una lista de 10 estrategias de manipulación mediática que hoy más que nunca me parece atinado remitir, los acontecimientos en nuestro país lo ameritan.
Siempre he pensado que los gobiernos fabrican a sus propios antagónicos para poder demostrar al pueblo quién tiene el control y el poder, malo cuando brincan al petate chinches de a verdad, pero mientras eso no suceda entonces realmente todo está bajo control; viví en Chiapas en los años del conflicto donde supuestamente los pobladores de aquellas latitudes se alzaron contra el Gobierno Federal demandando atención e igualdad, en la defensa de la tierra y la mejora de condiciones de vida de todos los hermanos indígenas de la región, fueron liderados por alguien que no pertenecía a su sociedad, un mesías, un hombre blanco, barbado (acaso Quetzalcóatl otra vez) diferente a ellos y avalado por la figura de Samuel Ruiz, el nuevo cura revoltoso que buscaba el bien de los más desvalidos. Zapatista de nuevo, la atención mediática sobre el conflicto, Salinas y Zedillo al frente de la línea de batalla conduciendo las riendas para que el apuro terminara. Lo extraño es que cuando llegaron los azules al poder por doce años los encapuchados del sur desaparecieron, ¿eran exclusivos de la administración tricolor o cómo estuvo el acuerdo? Marcos de pronto por ahí apareció en el sexenio del Quique y hasta el nombre se cambió, ahora es Galeano; en fin, ese movimiento o fenómeno quedó para los libros de historia, crea tu propio rival o fabrica a tus detractores para así tener una válvula de escape y que todos veamos qué tan poderoso y tolerante eres.
El lunes me llamó la atención uno de mis exalumnos que estaba sumamente emocionado y conmovido casi hasta las lágrimas, como buen seguidor de Chumel Torres, por el espectáculo mediático que el influencer y el Quique ofrecieron al respetable, la nota ya la conoce, ni siquiera es necesario gastar pixeles y tinta para citarla, me hizo recordar cuando Vicente Fox aceptó ser entrevistado por un personaje de Eugenio Derbez; revisé el video y no existe nada nuevo en el discurso del “comunicador” el perfil de su personaje sigue siendo el mismo, la irreverencia permitida se confunde con la audacia verdadera, la válvula de escape que la Presidencia de la República construyó para que las generaciones consumidoras de redes sociales dentro de estos medios digitales sigue funcionando, un guión donde el metalenguaje se mofa de todos los seguidores del predecesor de Jacobo y compañía, el discurso soso, entretenido para algunos, carente de contenido para otros. Siempre he dicho que la irreverencia de José Manuel Torres está avalada por los que autorizan respirar en esta nación, de lo contrario formaría parte de la estadística de los más de 40 verdaderos periodistas asesinados durante el sexenio del Quique.
No me parece una estrategia desatinada por eso digo que Chomsky tienen razón, el dice que el gobierno crea problemas y después ofrece soluciones, lo cito: “Este método también es llamado problema-reacción-solución. Se crea un problema, una situación prevista para causar cierta reacción en el público, a fin de que éste sea el mandante de las medidas que se desea hacer aceptar”. Además de que los medios a través de sus líderes de opinión avalan el paradigma, se cierra el círculo. Nuestro autor también dice: “Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad. Promover al público a creer que es moda el hecho de ser estúpido, vulgar e inculto”. La función social de los medios; educar, entretener e informar nunca fue una relación triádica, más bien nos entretienen y nos informan lo que al sistema conviene.
Es como la consulta que está llevando a cabo la nueva administración de este negocio llamado país, aun no entiendo por qué preguntar a los ciudadanos de a pie sobre la construcción o no del nuevo aeropuerto, entiendo yo que para dar una verdadera opinión la mayoría deberíamos tener conocimientos mínimos en ingeniería civil, ecología, mercadotecnia y políticas públicas.
Hagamos creer a la sociedad mexicana que escuchamos sus voces, tomamos en cuenta sus inquietudes, informamos verazmente a través de líderes de opinión fabricados o inflados por la audiencia de los diferentes medios.
Así la radiografía del pulso del personaje que trae loco a medio México virtual, pero que de auténtico no tiene nada.
Si se topa en el aeropuerto con Andrés Manuel, dígale que le vamos a pagar por que aproveche el tiempo en su oficina y no porque en cada gira se dé baños de pueblo o satisfaga sus deseos de ser rock star y paralice los aeropuertos.
Chomsky tiene razón.
@ericazocar