‘Al final, todos queremos publicar un libro’ / Bocadillo - LJA Aguascalientes
23/11/2024

(Si eres un creador mediocre, no importan las innovaciones) 

Y al final, quedó demostrado que no necesitamos más que palabras, imágenes y cómo leerlas. Vivimos tiempos oscuros que se traducen en esta anécdota muy personal que ya he contado en Bocadillo: por más de una década mi sueño fue hacer revistas, para que al graduarme me diera cuenta que es una industria que está muriendo y no es para mí.

Nos podemos poner muy profundos y argumentar que los blogs o publicaciones en línea, que no sean un portal o la calca de un diario, son las revistas de estas décadas porque son el lugar natural donde vemos vertidas comisiones pagadas de ilustración, textos largos sin que necesariamente sean noticiosos y artículos que te dejan algo. Lo cierto es que están lejos los tiempos donde realizar un producto impreso, con periodicidad mayor a la semana, bien editado y diseñado, es algo rentable. ¿Qué revistas sobreviven? Las que no lo son y más bien ofrecen algo único, como los cómics o aquellas de acertijos para niños y/o personas mayores. O bien, las se van mucho a algún tipo de morbo; fin del mundo, cosas insólitas, erotismo y rollos sangrientos.

El iPad no fue la salvación de los impresos categoría glossy (como Vogue, pues) ya que luego del boom inicial, las audiencias se dieron cuenta que eran una versión cara e inútil de algo que podían conseguir por el mismo precio en el Sanborns o la fila del super. Y eso sí te lo podías a llevar al baño aunque no tuviera pila. ¿Qué tal esa killer app?

Todo esto viene a raíz del ruido que ha hecho la característica que le dio un tercer aire a Twitter: el hilo, con todo y sus posibilidades narrativas. Manuel Bartual ha sido el poster boy de poner tramas sacadas de Lost (a veces literalmente) en formato de hilos que se van desenvolviendo a lo largo de días. Ojo, que los dos más famosos más bien han sido una especie de hoax o fraude donde las audiencias se piensan parte de un misterio por resolver.

Aunque son formas de contar una historia que me dan envidia de la buena, la historia reciente nos ha dicho que son one trick ponies. No lo digo por el autor, que es un cartonista exitoso, sino porque ya lo vimos. Edilberto Aldán, el editor de LJA, me platicó una vez algo extremadamente noventero: los literatos estaban a la expectativa de cómo el procesador de texto a color y moderno (Word 95) iba a cambiar la manera de narrar. Por los colores, poder calar de fuente, capacidad de experimentar con el bling y las hormiguitas. Obviamente no pasó nada. Los libros se siguieron imprimiendo como plastas de letras en hojas blancuzcas. Y seguimos leyendo columnas de texto acomodado más o menos de manera coherente, en los diarios, revistas o hasta en blogs. La personalidad que le pudieran dar sus acompañamientos dentro del diseño editorial, sólo es estética y más un esfuerzo para dar personalidad a las marcas (de la publicación, del ilustrador, del diseñador) que algo que cambie radicalmente la experiencia del lector.

Cuando empezó el boom de los blogs en español, había un sujeto que tenía un blog llamado Señora Gorda, si no me falla la memoria. Algunos culturosos afirmaban que era literatura mediocre que logró notoriedad por montarse en un formato entonces novedoso, donde hasta los comentarios eran parte de la experiencia. El tiempo no ha sido bueno con dicho autor (que no recuerdo) ni su creación, y más bien fue el punto de lanza para malas experiencias mercadológicas que intentan romper con los límites de la distribución de contenidos. Por ejemplo, para promocionar la película Después de Lucía, la distribuidora creó un Tumblr (con menos de 10 scrolls de antiguedad, por favor) de la protagonista que más bien fue mercadotecnia fallida. Los ejemplos buenos son contados, como toda la estrategia detrás de Cloverfield de JJ Abrams. Aunque eso sólo lo puedes hacer una vez.

Es la desventaja de montarte en un truco. Te encasillan. Como siempre, lo único cierto es que el gran contenido es rey. Por eso todos tenemos esto como meta en nuestra carrera, seamos gente gráfica o más de palabras: publicar un libro convencional, tangible, con credibilidad, bonito, con las editoriales grandes.

Lo demás es el camino a eso.


[email protected] / @masterq

 


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Francisco Trejo Corona

Coordinador en LJA.MX y Tercera Vía // @gonodropio en Twitter

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