Hello darkness, my old friend
I’ve come to talk with you again
Because a vision softly creeping
Left its seeds while I was sleeping
And the vision that was planted in my brain
Still remains
Within the sound of silence
El Sonido del silencio. Paul Simon & Garfunkel. 1964
Callar ante una denuncia explícita, o es de valientes como Jesús de Nazareth ante el Sanedrín, o es movimiento táctico para escamotear la verdad, o es de cobardes que no saben cómo esconder su culpabilidad.
Así están, así van las cosas en Aguascalientes, en donde todo sucede y… nada pasa. Es solamente gracias a voces fundadamente alertas y críticas, que logran cortar esa espesa nata de ominosos silencios, que la sociedad en su conjunto está siendo avisada y puesta en conocimiento de aquello que tarde o temprano le va a doler; es como un tipo de aviso que anticipa un cáncer que repta silencioso, hasta salir a la superficie y evidenciar el mal acechante.
Celebro que existan voces como la de Tania Magallanes, quien de virtuosa y eficaz manera supo amalgamar valiosos metales, en su columna de opinión Tres Guineas/Amores de sexenio, el pasado lunes 31/07/2108, para expresar dramáticamente, el amor de Paco y Enedina. (Fragmento: “fue en la cama donde decidieron entre risas amarse todos los porfiriatos juntos porque Juárez solo estuvo 14 años en el poder”). Como personajes de manifiesta militancia a favor o en contra de dos líderes políticos que vinieron perfilándose, uno en el poder y el otro en su conquista, dígase Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador; que a resultas de sus respectivos designios políticos presiden la relación festiva y amorosa de los protagonistas, hasta su disolución y final desenlace; éstos en su abrazo de Acatempan y aquellos caídos en el desamor, debido a contradicciones irresolubles de las posturas políticas que profesaron. Una parábola para amorosos -como los llama el poeta Jaime Sabines- frente a la discordia que procura el antagonismo político. Una nota periodística tan redonda como una preciosa perla, bien cultivada. Mi personal reconocimiento.
Otra voz que, según su autor Salvador Vázquez, viene repiqueteando de tiempo atrás sobre el Sistema Estatal Anticorrupción: de cuotas, cuates y carnales (LJA. Opinión. Arcana Imperii. Lunes 30 de julio de 2018). Desglosa con lujo de detalles el origen, desarrollo y resultado de un proceso selectivo a todas luces cargado de intereses unilaterales, partidistas, inconfesos, pero ampulosamente manifiestos, agravados por su libidinosa y ostensible desnudez; y una tan cegadora brillantez que no oculta el cinismo político con el que se está actuando… Ejecutivo, Legislativo y Judicial tres poderes locales hermanados en esta operación aplastante de la opinión y derechos ciudadanos para hacer valer los principios de Transparencia y Rendición de Cuentas acunadas ya en las Leyes, tanto federales como de reciente nacencia estatal. Y así poder escupir en nuestras barbas y al mismo tiempo afirmar que ha sido solo la brisa límpida del océano que, por cierto, se encuentra a más de 400 kilómetros de su punto más cercano.
Celebro, a fe mía, por ello, la postulación del Lic. Francisco M. Aguirre Arias, actual director de LJA, para concursar por el cargo que a instancias de la renuncia de José Guadalupe López Ramírez, el 5 de junio pasado, dejó un hueco del referido comité, por lo que actualmente se encuentra en proceso la selección de un nuevo miembro del CPC (Comité de Participación Ciudadana del Sistema Anticorrupción, SEA); fue el 4 de julio cuando la Comisión de Selección emitió la convocatoria para sustituir este cargo. En cuyo seguimiento, este martes concluyó el análisis de los documentos que presentaron los interesados en integrar el órgano de combate a la corrupción, por un plazo que vence el 2 de febrero de 2019. Hay constancia de que la solicitud del Lic. Aguirre Arias cumple a cabalidad los requisitos: Francisco Miguel Aguirre Arias es director del diario La Jornada Aguascalientes, miembro del Colectivo Ciudadanos por Municipios Transparentes, activista, catedrático, se postuló para integrar el Comité de Participación Ciudadana del SEA a finales del año pasado. (LJA. Amañada, la Ley Anticorrupción de Aguascalientes. Adriana García Campos. 01/08/2018). Sé, porque lo conozco, que su altruismo, su profesionalismo y capacidad emprendedora llenan con creces el perfil para una tal posición. Y, escúcheseme bien, como ésta, sí son voces auténticas provenientes de la sociedad.
La otra voz que, a diario y en este mismo diario La Jornada Aguascalientes, viene desmadejando, describiendo con perspicacia, donaire picaresco y mucha antelación estos avatares del SEA desde su creación a la fecha, es la del Lic. Edilberto Aldán, Director Editorial, que tanto en la redacción de notas periodísticas personales como en el colectivo de La Purísima…Grilla, su voz editorial; y que los asocia al entramado del llamado Congresito y otras voces de interés de funcionarios gubernamentales en activo, o desde el partido político de pertenencia. Me basta leer y escuchar estas voces para comprender que algo non sanctum se ha venido cosechando en Aguascalientes, desde la creación y rotundo fracaso del Instituto de Transparencia del Estado de Aguascalientes, ITEA, en la pasada administración lozanista, hasta la más reciente del SEA en la presente administración orozquista. Lo que me lleva a confesar que no entiendo de nuestra clase política local dominante que se obstine en querer ocultar el sol con un dedo, los turbios y retorcidos manejos para hacerse con los hilos de los mecanismos de transparencia y rendición de cuentas con que se ha investido al Estado mexicano; supuestamente para fortalecerlo y ennoblecerlo; mas no -como se hace corrientemente- para vilipendiarlo y despotenciarlo.
Este ejercicio de desmantelamiento de instituciones restauradoras del orden y respeto ciudadano, incluso en su cuna de nacimiento, demuestra la insania irrefrenable de los políticos en el poder o en aspiración a él, de no aceptar la justa crítica social, venga de donde venga. Y lo hacen como celosos, fervientes y avorazados torquemadas para echar a la hoguera a los inconfesos disidentes y tránsfugas de su sevicia vengadora.
Años ha que en lo personal escribí sobre el vergonzoso sino del ITEA, basta una muestra: “Una analogía imperdible de este procedimiento, lo pudimos observar con meridiana claridad, el pasado mes de septiembre de 2011, en que nuestro estado renovó el Consejo del Instituto de Transparencia del Estado de Aguascalientes, ITEA. Para entonces teníamos ya instalada la renovación flamante de los dos órdenes locales de gobierno, bajo el lema: “Año del Bicentenario de la Independencia Nacional y Centenario de la Revolución Mexicana”, cabe cuyo Congreso del Estado, la LX Legislatura convocó solemnemente a: conformar la propuesta de ciudadanos a ser electos como Comisionados Propietarios y Suplentes de la Junta de Gobierno del Instituto de Transparencia”. Al final, “sabemos el resultado, se constituyó el nuevo Consejo del ITEA con tres consejeros titulares y sus respectivos suplentes. El alcance y resultados del ITEA fue el esperado, Aguascalientes descendió en materia de transparencia a nivel nacional, a los últimos sitios de la tabla, y se labora afanosamente por no descender más. No hace falta demostrar este aserto, pues basta ingresar a los informes anuales de resultados en la materia, para una tal constatación. Optamos meridianamente por la opacidad y se está cumpliendo”. (Nota mía: LJA. Para transparentar la opacidad. Sábado 25 de abril, 2015). Ya sé que elogio en boca propia es vituperio. Pero no se trata de adornarse, se trata de honrar la verdad, y vivir la democracia con dignidad.
Ya lo he sostenido, hicimos transparente la opacidad y, por lo que veo, no nos arrepentimos, pues aquí mismo, hoy, se siguen publicando sus renglones torcidos. Con razón y fina intuición intelectual, Octavio Paz pronunció: Los signos se borran: yo miro la claridad. (Cuento de dos jardines (Ladera Este). Hablar/ Mientras los otros trabajan/ Es pulir huesos, / Aguzar/ Silenciosos/ Hasta la transparencia. Blanco. (Octavio Paz, Teatro de Signos / Transparencias. Selección y Montaje, Julián Ríos. Colección Espiral. Madrid.1974). Y, por tanto, And the vision that was planted in my brain/ Still remains/ Within the sound of silence.