Estimado lector, el día de hoy hablaremos de las tendencias de consumo, tecnológicas y de progreso que el mundo experimentará de hoy hasta el 2025.
La palabra que es la constante en los negocios actualmente es velocidad, la velocidad a la que cambian los gustos, las preferencias, las modas. Lo que está de moda en este momento, puede que cambie de un día para otro, literalmente. Basta recordar que apenas hace un par de meses estábamos con el “imaginemos cosas chingonas” de Javier Hernández, y que ahora sólo sirve para parodiar a las personas.
¿Hacía donde va el mundo, para el año 2025?
- La tecnología estará presente en TODA nuestra vida. Literalmente. El internet de las cosas que se vislumbraba como ciencia ficción, está ya en nuestras vidas. Podemos desde nuestro Smartphone hacer lo que queramos. Tenemos ya allí nuestros contactos, agenda, archivos, nuestro registro de actividad tanto de sueño como de ejercicio. Los focos “inteligentes” ya están aquí, algunos como extensores de wifi, otros con cámaras ocultas. Las chapas pueden ser abiertas a través de una aplicación y mediante bluetooth.
- Los “globalifóbicos” así como los nacionalismos serán una mayoría en el mundo y las naciones, sobre todo las desarrolladas. La aversión que vemos a la globalización, a los efectos de esta, y a que no ha sido beneficiada toda la población hará que veamos nacionalismos exacerbados en el mundo y las naciones. No sólo se verá la protección de naciones, sino también de regiones, pudiéndose dar el caso de la separación, otra vez, de naciones, siendo el caso más claro actualmente, el de España.
- La tecnología blockchain, de donde se basan todas las criptomonedas, se hará más accesible para todos y las aplicaciones pasarán de sólo financieras a otros ámbitos. Esto hará más fácil las transacciones entre particulares y una mayor fiabilidad a la información intercambiada entre ellos.
- Los sistemas de seguridad informática serán vitales. Aunque actualmente se ve cada vez más el randomware y la infección informática de programas y archivos, la sofisticación de los hackers, éticos o no, hará indispensable que se vayan haciendo sistemas cada vez más robustos, y más aún, cuando nuestra vida diaria será tan dependiente de la tecnología como se explicó en el punto uno.
- La venta de productos y servicios se transformará de ser una venta de un bien, a la venta de un valor agregado, para pasar a lo último, la venta de una experiencia. El consumidor no deseará solo el servicio o producto, sino también tener una experiencia de ese consumo.
- La venta, por tanto, estará basada más en una percepción. La percepción del cliente será lo que base la venta o el consumo, y no la calidad de los bienes o servicios.
- Habrá clientes con mayor capacidad de gasto, de consumo, derivado de las nuevas tendencias poblacionales o familiares. Si antes se buscaban familias numerosas, o bien de mínimo dos hijos, ahora muchos de los jóvenes no saben o no quieren tener hijos. O bien, las “nuevas” familias, que primero buscan experiencias, más que familia. Esto llevará a un incremento en actividades primariamente sensoriales o de experimentación como el turismo.
- La necesidad del cuidado y experiencias para los seres humanos de la tercera edad o ancianos. Para el 2025, más de la mitad del mundo desarrollado tendrá más de 55 años. Esto implica más gasto en salud, pero también que el sistema de pensiones mundial no tendrá capacidad de pago para toda esa masa laboral saliente. Y esas personas con o sin problemas de salud, están ávidos de aventuras, experiencias y de compartir sus vivencias, y esto llevará a reformar los hábitos de consumo globales.
- El cambio del giro poblacional mundial. Más de la mitad de los seres humanos vivirán en Asia, con un ingreso per cápita pequeño, pero que en volumen será atractivo para las empresas, ya que los países con mayor ingreso per cápita tendrán menos mercado, hay países como España que ya no se está haciendo el recambio generacional y que aunque los nacionalismos quieran frenar la migración, la necesitarán si quieren subsistir como nación. Ya lo vimos con Francia, campeón de la copa del mundo con un equipo mayoritariamente de descendientes de inmigrantes.
Estos son algunos de los cambios que enfrentaremos como individuos, sociedad y nación.
¿Estaremos preparados?