Los habitantes de este planeta tenemos la extraña necesidad de creer en algo sobrenatural, queremos ver objetos fantásticos tal vez para evadir la realidad que en ocasiones se torna difícil, buscamos adivinos, videntes, magos, brujos, esotéricos, gente con poderes que nos pueda orientar sobre el futuro de nuestra vida; bueno ¿Cuál futuro? Cuando termine de leer esta columna será futuro, pero en ese momento será presente y cuando usted la comente con sus conocidos (si es que corro con esa suerte) la habrá leído, entonces será pasado, será (tercera persona singular del futuro simple de indicativo de ser) y estamos hablando del pasado…
El chiste es que por naturaleza nos inquieta lo que pasará y nos gustaría conocerlo antes de que ocurra, tal vez para prever o quizá para decirle a los demás que sabíamos lo que iba a suceder, Richie Chalkovich vivió en la Ciudad de México, oriundo de la capital de la República, su madurez como vidente la alcanzó en la década de los noventa, pudo predecir sin temor a equivocarse que los azules iban a llegar al poder de la mano de un empresario que se hizo pasar por guanajuatense cuando en realidad nació chilango; me compartió el triste final de Soda Stereo y aunque le perdí la pista seguro supo antes que todos sobre la muerte de su vocalista. Chalkovich se mudó a las Islas Caimán donde pudo predecir todos los huracanes que azotaron el caribe por esos años, y como buena alma viajera y libre mudó su residencia a Houston, Texas. Ya con los gringos visualizó la llegada de Obama y la transformación del sistema norteamericano, observó a lo lejos cómo su país se iba convirtiendo en un cementerio y predijo con gran exactitud el regreso del tricolor con el Quique, vaticinó el cambio de Joseph Aloisius Ratzinger por el de Jorge Mario Bergoglio, con todo y la profecía de que este último viene del fin del mundo y con él la culminación de la raza humana como la conocemos, es el papa negro y no precisamente por el tomo de la piel, sino porque no es europeo como la tradición marca. Una tarde se sentó frente a la mesa de su casa, sacó el tarot y pudo ver el temor de todos los mexicanos por una fecha, acertó, 19 de septiembre, la memoria que no se borra por nada y la tonta insistencia de cada uno de los mexicanos por llamar a la energía de las entrañas de la tierra, es como no soltar el momento y hacer simulacros el 19S casi a la misma hora del desastre; tómela, ahí lo tiene un nuevo fenómeno cortesía de todos nosotros, Chalkovich lo vio claramente, tan claro como las muertes ficticias de todos los famosos que dejan el mundo por así convenir a sus intereses fiscales.
El cambio de régimen, simulado tal vez, pactado dicen por ahí, mi vidente de cabecera dijo que un amante al rey de los deportes se iba a proclamar como el nuevo tlatoani, tal cual, como aquellos jefes de estado de antaño, Díaz Ordaz y su autoritarismo histórico, su miedo a los comunistas, Echeverría Álvarez, arriba y adelante, López Portillo el maestro de la desfachatez, De la Madrid Hurtado y los principios del neoliberalismo y por supuesto la cereza del pastel Salinas de Gortari; introduzca a todos en la licuadora del terror y qué cree que sale, un nuevo omnipotente y controlador líder, el que tienen el poder absoluto, el que con las mayorías nos va a gobernar como aquel PRI de los setenta, no lo dude que regrese el “día del presidente” más conocido como el informe presidencial, lo recuerda, yo no acudía a la primaria y en casa nadie iba a trabajar, todos teníamos que ver el informe, recuerde que sólo teníamos radio y televisión que por supuesto se encadenaban a la señal de Cepropie, así que no caricaturas, no 590, La Pantera, nada, puro y absoluto presidencialismo. Chalkovich está viendo eso en el tarot, el nuevo presidente que ejerce desde el 2 de julio, aunque su mandato inicia el primero de diciembre no morirá antes de terminar el sexenio, le destinará recurso al rey de los deportes, punto a su favor, por lo menos dejaremos de ser un país que le apueste al soccer sin tener un resultado favorable, tendrá el poder y eso en un momento determinado lo corromperá.
Otra de sus escabrosas predicciones es que se hará de expertos en el manejo de la política pública con cartas credenciales de dudosa procedencia, ahí tiene ya a Manuel Bartlett Díaz, desafortunado nombramiento, aunque dentro de las esferas del poder lo identifiquen como lo mejor de lo mejor. Y aunque no está en funciones la opinión pública relaciona la exoneración de Elba Esther Gordillo con el presidente electo, se suspendió el proceso por falta de pruebas, que tal… Usted disculpe profesora, nos equivocamos, siga con su ostentosa vida y búrlese de nosotros, al fin estamos acostumbrados.
No conforme con esto, Richie Chalkovich dice que el futuro de México no es claro, la sociedad está actuando de manera diferente, confían sin sustento, apuestan al cambio cuando el cambio no existe, la izquierda en nuestro territorio tiene tintes de derecha y se escuda en el populismo de aquellos años que mencionaba líneas atrás.
Estoy preparando mi lista para conocer sobre temas que realmente me interesan, al fin que la historia ya no la escriben los que ganan, ahora lo hacemos todos, en gran manera gracias a la tecnología; amigo Richie Chalkovich, me puedes decir sí los Rams llegan de nueva cuenta a los Playoffs, si ganarán el Súper Bowl podré poner en pantalla grande una de mis producciones, será posible tener una vida de rockstar, será posible ver felices a todos sin importar el origen ni las necesidades de cada quien. Las cosas urgentes no deben desplazar a las importantes, el tiempo no regresa y las ganas por construir un México mejor debe ser prioridad para todos.
A darle, que no vamos a tirar seis años (otra vez) a la basura.
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