- El plan de inyectar aguas tratadas se canceló por los riesgos que implicaba de contaminar el subsuelo
- Se debe esclarecer el destino del recurso federal autorizado para este proyecto
No es viable inyectar al manto acuífero agua tratada debido a que no se puede garantizar su calidad, con lo cual se corre el riesgo de contaminar el vital líquido con las aguas residuales; esto derivó en que se cancelara en definitiva el Plan de Recarga Artificial del Acuífero del Valle de Aguascalientes, que se proyectó en la administración de Carlos Lozano de la Torre.
Desde que se dio a conocer por parte del entonces gobernador el Plan Transexenal Hídrico en abril de 2013, fue puesta en duda esta propuesta por los riesgos que implicaba, además del alto costo, que se estimaba en tres mil 500 millones de pesos; en la nota “La recarga de los acuíferos ya podría encontrarse en marcha” de La Jornada Aguascalientes, en fecha del 14 de agosto de 2014, se cuestionaba al entonces secretario del Medio Ambiente del Estado, Jorge Durán Romo al respecto, en la que refería que si esto no le costaba al estado, al canalizar recursos federales, era una ventaja viable para ponerlo en marcha.
Este proyecto se consideró como un piloto, a cargo de la empresa española Aguas, Residuos y Medio Ambiente (Arema), que se replicaría en otros puntos del país; se otorgaron recursos extraordinarios de la Comisión Nacional del Agua, etiquetados para que se pusiera en marcha este desarrollo que consistía en la creación de nuevos pozos para la inyección del líquido tratado, que los primeros trabajos iniciaron en octubre de 2016, pero no el plan integral no se concretó, pese a la inversión que se hizo en pruebas y en la ejecución de algunas de estas etapas.
A decir del diputado presidente de la Comisión de Recursos Hidráulicos, Raymundo Durón Galván, fueron muy pocos los pozos que se hicieron para la proyección de reintegrar al acuífero 25 millones de metros cúbicos provenientes de las plantas tratadoras, además de que el plan no cumplió con las expectativas, al ser un agua contaminada con la que se pretendía reabastecer el manto acuífero: “Para mí es mejor aprovechar las fallas geológicas que tenemos aquí en el estado e inyectar agua pluvial; nos sale mucho más barato y nos da mejores resultados”.
Apuntó que el problema radica en que se destinó una importante cantidad de recursos para su ejecución, según lo que apuntó el diputado panista, el costo del proyecto era de cuatro mil 500 millones de pesos, que se aplicarían desde el extinto Instituto del Agua del estado de los cuales no se sabe, hasta la fecha, el destino: “Es el problema que tiene el que fue encargado del Inagua con la justicia, está pendiente un proceso con él (…) es un mundo de dinero, toda esa información la tiene la Secretaría del Medio Ambiente y Agua; está en proceso la investigación y supuestamente está por salir, esperemos que se resuelva porque nadie podemos estar por encima de la justicia”.
Documentos del Gobierno Estatal sobre el plan hídrico, consultados por este diario, muestran que la empresa española Arema, sigue apareciendo en el Padrón Estatal de Contratistas del gobierno; una solicitud de transparencia hecha respecto a la inversión que alcanzó el proyecto, así como el número de pozos perforados y su ubicación, en fecha del 13 de febrero de 2017, no fue respondida por el Comité de Transparencia de la Secretaría del Medio Ambiente del Estado, bajo el argumento de que era competencia del extinto Instituto del Agua, instancia a la que se turnó la solicitud, pero no hay registro de una respuesta.