- La situación provocó dos paros técnicos a principios del año para ajuste de producción
- Segundo semestre se trabaja con regularidad y se descartan nuevos paros técnicos
Las ventas de los autos de Nissan que se fabrican en Aguascalientes sufrieron una caída en las ventas de al menos el ocho por ciento en el primer semestre de este año, reconoció Rogelio Padilla de León, secretario general del Sindicato de la Industria Automotriz y Metalmecánica: “Efectivamente, el 2018 es un año que baja el nivel de ventas en relación a todos los vehículos de todas las marcas a nivel nacional, esa parte se reflejó principalmente en el primer semestre y en el segundo estamos estables, aunque no tenemos en nivel de ventas del año pasado”, manifestó el líder sindical.
Si bien los niveles de venta de este año no llegaron a los del 2017, pues la baja en las ventas no subió del ocho por ciento, lo consideró como una situación que no fue preocupante, pues varios modelos se siguieron exportando, lo cual permitió que los autos Nissan no llegaran a la caída del 15.6 por ciento que se señala en medios nacionales respecto a la generalidad del sector automotriz.
Externó que a diferencia del 2017 en el que fue necesario trabajar de manera extraordinaria para poder cubrir la demanda, y con cero paros técnicos; actualmente se labora de manera ordinaria y sin ningún contratiempo y con mucha estabilidad, a pesar de que durante el primer semestre del año se tuvieron que realizar dos, durante Semana Santa y a finales de abril, para realizar ajustes en la producción por la caída que se dio en las ventas: “El año pasado no hubo paros técnicos, ni el antepasado ni anteriores; siempre existió un extraordinario nivel de producción, a tal grado que rebasó en muchas ocasiones la capacidad instalada”.
Destacó que, por fortuna, durante el segundo semestre del año no se vislumbra ningún nuevo paro técnico en Nissan, salvó el periodo de vacaciones que se da a los trabajadores en diciembre; de tal forma que no hay ninguna situación extraordinaria por la cual preocuparse.
Explicó que un paro técnico se interpreta como un paro de actividades por el decremento en las ventas y por lo tanto también de la producción; sin embargo, se trabaja de manera ordinaria y se hacen algunas permutas, en donde se acuerdan trabajar algunos días de descanso para gozar de un periodo de vacaciones en verano y diciembre, lo cual se programa dentro de los calendarios de trabajo en cada una de las empresas que son del ramo automotriz, pues la mayoría de las ensambladoras para en esas épocas.
El secretario general consideró aún prematuro pronosticar cómo viene para la industria automotriz el próximo año, pues dependerá de cómo se comporte el mercado nacional y en especial el de Estados Unidos, aunque la expectativa es que haya estabilidad y que sea mejor que el presente año.