- Pide la CROM que a la brevedad los equipos de transición se pongan a trabajar para el paso de estafeta
- Dirigente hizo votos para que la puesta en libertad de Elba Esther Gordillo no genere un clima de hostilidad, de división y enfrentamiento entre maestros de otros sindicatos y expresiones
La diferencia de criterios en el tema de la educación en el país, exhibida entre el presidente Enrique Peña Nieto y el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, genera incertidumbre y preocupación sobre el futuro de la educación en México.
Jesús Enrique Ramírez Pérez, líder de la CROM, sostuvo que nunca antes en la historia del país, un expresidente había encarado al jefe del Ejecutivo en funciones, ni nunca antes se había generado una confrontación de criterios en materia de políticas públicas como sucedió en esta semana, en donde ambos mandatarios mostraron sus diferencias respecto del modelo educativo: “A los mexicanos lo que nos interesa es que las instituciones educativas hagan bien su trabajo, que los maestros cumplan con sus obligaciones laborales, que los padres de familia se involucren más en temas escolares y que el gobierno proporcione los requerimientos para que se cumpla a cabalidad el proceso de enseñanza y aprendizaje”.
Es un poco difícil que los mexicanos entiendan qué está sucediendo entre Peña y López Obrador, porque pareciera que todo se redujo a un conflicto con Elba Esther Gordillo y que la pretendida derogación de la Reforma Educativa tiene que ver con cobrar revancha por el encarcelamiento de la otrora dirigente del SNTE, que con ajustes objetivos al modelo de educación del país.
Ante este problema, pidió que a la brevedad, los equipos de transición se pongan a trabajar para el paso de estafeta y que de parte del presidente electo, instruya a sus colaboradores para que brinden toda clase de información y detalles sobre el futuro de la educación del país, porque hasta ahora solo lo que se pudo ver es un conflicto político más que la intención de mejorar la educación.
Respecto de la liberación de Elba Esther Gordillo dijo que si en efecto es inocente, no sólo es bueno que haya recuperado su libertad, aunque a estas alturas, es difícil que existan mexicanos que se crean el cuento de que ella es inocente.
Hizo votos para que su puesta en libertad no genere un clima de hostilidad, de división y enfrentamiento entre maestros de otros sindicatos y expresiones, porque la polarización del gremio de la educación podría resultar perjudicial para el sector educativo nacional, destacó Ramírez Pérez.
Con información de la CROM