- Por primera vez organismos internacionales pudieron demostrar que Estados Unidos no es privilegiado: Rigoberta Menchú
- “Tenemos muchos instrumentos, el problema es que no se habían tenido razones tan impactantes para usarlos, hoy tenemos esas razones impactantes”
- Países que generan emigrantes también deben hacerse responsables
Ayer previo a la conferencia Migración y derechos humanos, Rigoberta Menchú Tum, Premio Nobel de la Paz, ofreció una conferencia de prensa en la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA) en la que entre otros temas tocó la crisis humanitaria acontecida en la frontera de los Estados Unidos donde migrantes indocumentados están siendo privados de su libertad y separados de sus familiares menores de edad quienes también estaban siendo encerrados en albergues.
En las últimas 24 horas, comentó Menchú Tum, ha habido muchos pronunciamientos en el ámbito internacional por la situación que al menos hasta ayer ocurrió en los Estados Unidos como la de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) que solicitó medidas cautelares a la Corte Interamericana de Derechos Humanos para que se proteja la integridad física, espiritual, mental y de salud de los cerca de mil 200 niños y adolescentes confinados en albergues al sur de Texas, Estados Unidos.
Por lo anterior en nombre de la Fundación Rigoberta Menchú Tum y del Premio Nobel, la doctora se sumó a la petición de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, “En el transcurso de estas cosas han pasado muchas cosas a nivel de naciones unidas, a nivel de Unicef (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia) y a nivel también del Alto Comisionado de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas”.
La política promovida en un principio por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, fue calificada como xenofóbica, racista, inhumana, cruel y digna de ser repudiada por Rigoberta Menchú.
En materia de derechos humanos, comentó la doctora, no debe haber ningún privilegio a ningún país, independientemente de su poder económico o militar como el caso de los Estados Unidos, debe tener privilegios para organismos internacionales, pues lo que esto reflejaría sería que es la extensión de la impunidad global, “Si se han condenado países incluso por el tribunal penal de la Haya, porque usaron niños como trofeos humanos para cumplir sus políticas migratorias o sus políticas nacionales, porque no a todos los países por igual”.
Esta es la primera vez, comentó la Premio Nobel, que se cuenta con la oportunidad para poner a Estados Unidos al nivel del resto de los países que forman parte de la comunidad de naciones. Si estuviera en sus manos, añadió, ya se habría interponiendo algún recurso en la Comisión de Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos, “Si esto ocurriera en Guatemala, estoy segura que la OEA, incluso el señor secretario general, ya se habría hecho presente, porque esto es un tema fronterizo”.
Lo que hace falta, apuntó Rigoberta Menchú, es que se genere una comisión independiente que conozca y dé cuenta sobre las condiciones físicas y de salud de los menores que hasta ayer estaban encerrados en los albergues del sur de Texas, “Que sepan cómo se llaman, de donde vienen, en qué condiciones vienen sus padres, porque la protección del niño no solo incluye una política migratoria, se debe observar en su forma integral: si un padre maltrata al niño, debe protegerlo, pero si un estado viola al niño, debe también protegerlo”.
La defensora de los derechos humanos de los pueblos nativos afirmó que esta no es la primera vez que ocurre un hecho de gran dimensión humana como el caso de los niños en los albergues de Texas, por lo que es necesario activar los mecanismos que ya existen y revisar las normas que ha firmado Estados Unidos como pactos, como el de San José, “Tenemos muchos instrumentos, el problema es que no se habían tenido razones tan impactantes para usarlos, hoy tenemos esas razones impactantes”.
Al ser cuestionada sobre si el Gobierno Mexicano hizo lo suficiente en respuesta al sometimiento del que han sido objeto sus emigrantes por el Gobierno de los Estados Unidos, Menchú Tum respondió que estuvo pendiente de las declaraciones de la cancillería mexicana, “Me parece que México tomó una posición muy clara, condenatoria, México fue muy claro en decir que no acepta esos abusos y que se compromete a proteger los derechos de los mexicanos”.
Rigoberta Menchú también se mostró satisfecha con que la Cancillería de Guatemala condenara las políticas de separación de familias en los Estados Unidos, “Esta es la primera vez que algunos aliados de Estados Unidos en Centroamérica y en el sur, han fijado una posición muy clara en condenar estas violaciones de derechos humanos, en consternarse por los hechos y en prometer en que van a identificar el estado en el que se encuentran sus ciudadanos”.
En los derechos humanos, insistió la activista, no debe haber concesiones como ocurre en los acuerdos comerciales o de políticas comunes donde el negociar es correcto, “Pero negociar los derechos humanos como un trofeo del país, yo creo que ningún país debe hacerlo, México ya ha fijado una posición clara y creo también que la acción de la CNDH de México, es loable”.
Los niños, indicó la doctora, son las más grandes víctimas: “Cuando vemos a los niños encapsulados por políticas migratorias nos preguntamos profundamente por qué nuestros niños, es nuestra generación, son nuestros hijos, nuestra garantía de que el ciclo normal de la humanidad continúa en paz y en condiciones sanas, especialmente porque cada niño traerá una maleta de cultura propia, no me puedo imaginar cuantos niños mayas están confinados en un centro de resguardo sin padres, sin madres, cuando lo más sagrado para la propia niñez es su propia familia”.
Las políticas de Trump, prometidas desde su campaña, lamentó la guatemalteca, se han materializado porque en el mundo han prevalecido las actitudes racistas, xenofóbicas, homofóbicas y descalificativas, “Efectivamente el señor Trump es migrante, pero el policía que oímos que se burla de los niños también es latino”.
Los países que generan emigrantes, aclaró la Premio Nobel, también son responsables de la situación que viven sus migrantes, por ejemplo, en los Estados Unidos: “Más del 60 por ciento de la población vive la desnutrición y la pobreza extrema, más de cuatro mil millones de habitantes de este planeta, entonces cómo no vamos a prever políticas migratorias si para vivir se necesita un trabajo y estabilidad”.
Por ejemplo, en el caso de Guatemala, los robos de Otto Pérez Molina equivalen a la construcción de once hospitales que no se construyeron y en ese caso específico, significó el no mantenimiento de la red vial, porque se desviaron los fondos, “Nuestros países no son pobres, es que han sido defendidos por pobres humanos, humanos que fueron demasiado pobres y miserables que se robaron lo que corresponde a un pueblo digno”.
Para el mediodía de este 20 de junio, después de la conferencia de prensa de Menchú Tum, el presidente Trump firmó un decreto que puso fin a la separación de las familias de inmigrantes que crucen ilegalmente la frontera con México.