- La paridad tenemos que defenderla, acatarla, respetarla; denunciar la violencia política hacia las mujeres y tratar de evitarla
- En el Congreso de la Unión existen ya once iniciativas para que se tipifique el delito de violencia política por razones de género
Resulta un enorme desafío el que las mujeres participen cada vez más en la toma de decisiones, pero especialmente en la esfera política, al ser la que puede definir las soluciones a los viejos problemas sociales y públicos, externó Marcela Eternod Arámburu, la ahora titular del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), al considerar que es en la esfera política en la que se podrá cambiar todo lo que en los temas de género se ha hecho mal, a la vez que hace posible llegar a los municipios y a las comunidades a condiciones de mayor bienestar. “Las mujeres necesitan ejercer su libertad, su voluntad, su entusiasmo, pues hasta ahora lo que se ha hecho, siempre corta las alas”.
La funcionaria federal recalcó que toca a las mujeres la defensa de la paridad en las candidaturas de elección popular, al considerarlo un logro mayúsculo, aunque presenta otra cara de una misma moneda con la generación de la violencia política de género, como si se viviera en el siglo XII, “La paridad es un logro de los movimientos amplios de los movimientos feministas y de las mujeres que trabajamos en la institucionalidad del principio de la igualdad (…) tenemos que defenderla, acatarla, respetarla, denunciar la violencia política hacia las mujeres, y tratar de evitarla. Por ello hemos insistido estos movimientos amplios junto con legisladores del Congreso de la Unión, una y otra, y otra vez en más de once iniciativas para que se tipifique el delito de violencia política por razones de género, de tal manera que quien la ejerza, quede inhabilitado para ocupar cualquier cargo”.
Dijo confiar en que estas once iniciativas saldrán adelante a pesar de los tiempos tan cortos que quedan en el Congreso de la Unión, antes de la toma de posesión de los nuevos legisladores, a pesar de los obstáculos y resistencias, pues es lo justo, lo sensato y lo que necesita el país: escuchar las voces de la diversidad y de los desiguales para poder avanzar realmente en los consensos, hacia un progreso real de toda la sociedad, con mejor crecimiento económico y mayor civilidad.
“La barbarie que estamos viendo en la violencia política, es debido a que muchos grupos de la delincuencia organizada no les gusta esa candidata o candidato; eso debe ser detenido por una sociedad civil ciudadana, democrática y participativa”, apuntó Eternod Arámburu.
La ahora titular de Inmujeres hizo énfasis de los beneficios que el feminismo puede traer también a la vida de los hombres, al manifestar que lo que persigue es la igualdad entre mujeres y hombres, el respeto a los derechos de las mujeres, reconociendo nuestras diferencias para seguir avanzando; al no ser opuesto al machismo. El ver a los hombres como aliados de las mujeres también se verán beneficiados al ser más útiles, empáticos, sensibles, perceptivos, solidarios y realmente compañeros, en relaciones mucho más igualitarias: “Ninguna sociedad puede avanzar, como decía Alfonsina Cruz, si la mitad de su población está esclavizada, amarrada, subordinada, a la obediencia, a una jefatura que no es más que el resabio de un patriarcado que lo único que provoca es discriminación y exclusión”.